El Deportivo pone a Hugo en evidencia

Buena parte de la diferencia entre el Almería y el Deportivo la marca la clasificación, que demanda urgencias que invitan a entender los partidos de distinta manera. Muchas veces los convierten en un inopinado carrusel en el que los contendientes penan cuando hacen méritos para ganar y marcan cuando peor juegan. Algo de eso ocurrió ayer en Almería, donde al final el empate dejó más satisfecho al Deportivo que a la afición local, parte de la cual pidió la cabeza de Hugo Sánchez, que firma un parcial de cuatro puntos de 21 posibles en los últimos siete partidos.

El final dejó un sabor amargo al Almería, que atravesó picos y valles para acabar asediando al Deportivo. Salió como un disparo el equipo del mexicano, pero dio la impresión de querer marcar el primero desde el vestuario y mostró un fútbol impaciente. Ante semejante despliegue, el Deportivo creció a partir del oficio, la paciencia y el temple. Necesitaba recobrar sensaciones placenteras tras el revolcón que le dio el Barça. Las encontró en cuanto el Almería finiquitó el efecto gaseosa y empezaron a entrar en juego Sergio y Juan Rodríguez.

Mereció entonces marcar el Deportivo, que envió dos veces el balón al larguero antes del descanso. En él encontró aliento el Almería. Marcó Kalu Uche y Lotina buscó soluciones en el banquillo. No mejoró el juego del equipo, pero al menos encontró el empate. Los de Hugo Sánchez encajaron el revés justo cuando más sensación de control transmitían. Lo intentaron por alto, desde fuera del área y de tacón. El Almería fue tan superior que su técnico no encontró resquicio para mejorar la situación con savia nueva, pero a dos minutos del final pudo quedarse sin nada en otra conexión de Valerón con Pablo Álvarez. Habría sido demasiado.