El ministro de Justicia israelí aboga por aplicar la Torá como ley vinculante
"Paso a paso, otorgaremos la ley de la Torá a los ciudadanos de Israel y convertiremos la Halajá [conjunto de leyes judías] en la ley vinculante de la nación... La Torá contiene la solución completa para todos los asuntos que gestionamos". Este sermón no tendría mayor relevancia si se escuchara de boca de un rabino en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén. Pero pronunciado ayer por el ministro de Justicia, Yaakov Neeman, un político sin filiación partidista que ya sirvió en el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu en los noventa, adquiere notoriedad. Neeman emitió después un comunicado en el que asegura que sus comentarios "no contienen una apelación, directa o indirecta, a sustituir las leyes del Estado por las leyes halájicas". Lo que sin duda reflejan es el proyecto fundamentalista del sector ultraortodoxo, que representa el 15% de los 7,6 millones de israelíes.
Abundan académicos y analistas que apuntan a la profunda fractura entre ultraortodoxos y laicos como la más seria amenaza para el futuro del Estado. El poder religioso sobre esferas de la vida privada (matrimonio, divorcio y las conversiones al judaísmo, cruciales para 300.000 inmigrantes) es omnímodo, y el elevadísimo índice de natalidad de los ultraortodoxos augura que su influencia política, ya muy importante, no decaerá. Es casi norma que los primeros ministros consulten a los grandes rabinos sefardíes y ashkenazíes antes de anunciar decisiones trascendentales.
Neeman agradó los oídos de dos grupos que forman parte de la coalición de Gobierno, el sefardí Shas (11 diputados, de los 120 de la Kneset) y la Unidad por la Torá y el Judaísmo (5). "Los comentarios de Neeman deberían ser problemáticos para cualquier ciudadano preocupado por lo que sucede en Israel en términos de valores y democracia", reaccionó la jefa de la oposición, Tzipi Livni, quien, no obstante, formó parte de un Ejecutivo en el que también estaba integrado el Shas. "Estas palabras reflejan el preocupante proceso de talibanización que acaece en la sociedad israelí", precisó Haim Oron, líder de Meretz, el único partido de izquierda.
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