Los inversores se fueron de puente

La última sesión de la Bolsa española ha resultado semifestiva ante la casi total ausencia de inversores que ya dan por cerrado el ejercicio y optaron por el descanso.

La contratación en el Mercado Continuo quedó en 1.592,03 millones de euros, una de las más bajas del año, mientras que las operaciones del mercado abierto caían hasta 1.432,64 millones de euros, también uno de los peores registros del ejercicio.

La falta de dinero no fue obstáculo para que los precios subieran con facilidad durante una buena parte de la sesión, hasta el punto de que el Ibex 35 llegó hasta los 12.065,00 puntos, más de 30 puntos por encima del máximo anual de cierre. Sin embargo, lo que sí consiguieron esos niveles de precios fue atraer a los vendedores, con lo que el principal índice de la Bolsa española terminó la sesión en 12.011,80 puntos, con un descenso del 0,17%. Los valores medianos del mercado subieron el 0,55% y los pequeños el 0,37%, con lo que esta vez los grandes valores han sido los que han tenido que cargar con la presión vendedora.

La mayoría de los mercados de valores europeos terminó la sesión con descensos, en buena parte fruto de los avances de la semana anterior y, también de la ausencia de noticias. Las declaraciones del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, sobre las señales de recuperación que, cada vez más, se aprecian en la economía y que harán que ésta progrese de forma gradual durante 2010, pasaron desapercibidas, por conocidas.

Tampoco animó a los inversores la confirmación de la fortaleza del empleo en Estados Unidos, ya descontada, ni las primeras previsiones que se hacen sobre la evolución de los mercados de valores europeos para el año 2010 y que sitúan su potencial alcista en torno al 20% debido, en particular, a las expectativas de repunte de los beneficios de las empresas.

Lo que más llamó la atención de los escasos inversores y gestores que estaban de guardia fue la venta de una parte de la deuda de Inmobiliaria Colonial a dos fondos, una forma rápida, aunque posiblemente cara, de recuperar un impagado por parte de los bancos, algo que muy posiblemente se repetirá en el futuro y también con sociedades de otros sectores. Para algunos observadores, la adquisición de deuda puede ser una buena inversión a medio y largo plazo.