Un impacto de 25 millones
La Davis genera beneficios, pero mueve menos dinero que la F-1 o la Liga de Campeones
Al éxito de la cuarta Ensaladera, la ciudad de Barcelona suma un beneficio de 25 millones de euros. Ése es el impacto económico que los 16.000 espectadores del Palau Sant Jordi dejaron, según un estudio de la consultoría británica Fathom, financiado por la federación internacional (ITF). No es un resultado despreciable, pero sí inferior al del Gran Premio de España de fórmula 1: 90 millones.
"Las circunstancias son distintas", afirma Joan Margets, vicepresidente ejecutivo de la ITF; "el valor de la Copa Davis es incuestionable. Aquí se mueve mucha menos gente que en la fórmula 1, pero el poder económico de los aficionados es parecido. La Davis es la mayor competición por equipos". El estudio establece que el impacto anual generado por las 83 eliminatorias que disputan los 125 países participantes alcanza los 124 millones. En 2008, movió 657.000 espectadores y más de un billón de televidentes conectaron con algún partido. El retorno publicitario para las marcas inversoras se situó en 466 millones contra los 36 que se ingresaron de los patrocinadores.
Comparativamente, la final de la Davis estaría muy por detrás de otros acontecimientos como la final de la Liga de Campeones que se disputó en Moscú en 2008 entre el Chelsea y el Manchester United, que generó 43 millones.
"En cualquier caso, el impacto económico depende mucho del lugar", argumenta Sean O'Loughlin, director de finanzas de la ITF; "la misma final de la Davis generó sólo seis millones hace un año cuando se disputó en Argentina. Pero en España todo se multiplica: la capacidad [10.000 espectadores], el precio de las entradas, la inversión de los espectadores en hoteles, taxis, restaurantes... Todo hay que multiplicarlo casi por tres".
Para conseguir la final de la Davis el Ayuntamiento de Barcelona debió pagar a la federación española un millón de euros más IVA. Y para llevar a cabo la organización tuvo que agregar alrededor de otro millón. Y, al margen del impacto económico que justifica la inversión, los únicos ingresos que recuperó en caja se limitaron al 40% por las entradas y a lo obtenido por la venta de pabellones en la zona comercial. En total, poco más de un millón. Es decir, en las cuentas municipales debería figurar una pérdida de alrededor de un millón.
Toda la publicidad estática de la pista pertenece a la ITF. Y la española percibe un canon del organizador y se queda con el 60% de los ingresos por entradas, lo que supone una inyección económica por cada eliminatoria, puesto que todos los gastos corren a cargo del organizador.
Este año, España recibirá 1,1 millones de euros por ganar la Ensaladera. La ITF reparte 10 millones en premios, alrededor de un 30% de lo que le genera la Davis.
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