Sigan al guía, que lleva la bebida fría

Las Lençois Maranhenses de Brasil forman un paisaje único y cambiante de grandes dunas blancas mitificado por los viajeros. Barreirinhas, a orillas del río Preguisa, es una población de 50.000 habitantes a unos 300 kilómetros de São Luís, la capital del Estado de Maranhao, al noreste del país. La apertura de una carretera la ha situado a unas tres horas de São Luís en autobús, aunque también existe la opción, más cómoda y más cara, de ir hasta allí en avioneta. Es el acceso natural al parque nacional de las Lençois Maranhenses. Entre las lomas de arena, cientos de piscinas naturales de agua dulce, formadas por las lluvias que caen de enero a junio, invitan a refrescarse, como hizo Paco Fernández, ganador del II Premio de Fotografía El País Aguilar con esta imagen. "En las dunas, Gio, nuestro guía, un joven de Barreirinhas, arrastra la nevera donde lleva las bebidas para los turistas", cuenta. Para acceder a las Lençois es preciso alquilar un 4×4 en Barreirinhas o apuntarse a alguna de las excursiones de las agencias locales.

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