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Caixanova acepta la nueva auditoría pero negocia con Burgos y Cantabria

La entidad confía en que el estudio encargado por Feijóo rechace la fusión

Un día después de que el presidente de la Xunta marcase el camino a Caixanova para que avance en una fusión "equilibrada, igualitaria y paritaria" con Caixa Galicia, su consejo de administración aceptó reflexionar sobre los datos que arroje la nueva radiografía encargada por Facenda. Lo hizo después de valorar la posibilidad, finalmente descartada, de rechazar el nuevo estudio. Con todo, la entidad que preside Julio Fernández Gayoso va a seguir manteniendo negociaciones para un posible alianza virtual con Caja Burgos y Caja Cantabria, pese a la advertencia formulada por el presidente Feijóo de que vetará asociaciones con cajas de fuera de Galicia.

En una carta dirigida a los empleados, el director general de Caixanova, José Luis Pego, comunicó que el órgano de decisión "extraerá las conclusiones y adoptará en su caso las medidas que estime oportunas" cuando termine el trabajo de la auditoría (due diligence en jerga financiera). Dependiendo del resultado de ese estudio, que profundizará en los estados financieros de las dos cajas, en las debilidades y fortalezas de la unión, Caixanova podrá reafirmarse contra la fusión o aceptar que los números sí salen y casarse con Caixa Galicia. La mayoría de su consejo espera que el análisis que va a realizar la consultura KPMG reafirme el informe presentado por Gayoso. Una auditoría de tal calibre -que en una empresa común suele demorarse varios meses- no puede dar resultados tan rápido si no se basa en todo el trabajo que el Banco de España posee de las cajas. Por lo tanto, fuentes cercanas a la entidad viguesa creen que "la auditoría certificará que las dos cajas juntas no serán necesariamente más solventes".

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Fuentes sindicales no están tan seguras. Las centrales creen que la carta rompe con el inmovilismo que hasta ahora impregnaba la actitud de los directivos, atrincherados en la negativa, y abre una puerta a un cambio de opinión. Aunque lo cierto es que la única voz discordante en la mesa del consejo celebrado ayer en Vigo fue la del representante del Ayuntamiento de Pontevedra, Xosé Lois Veiga, que leyó un escrito a favor de la fusión. En su intervención intentó convencer a sus compañeros de mesa de "abandonar la idea de una fusión o de alianzas con entidades foráneas".

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Entretanto, Caixanova ha dado orden de "mantener la máxima intensidad en la ejecución de todos los planes y programas", para reforzar "la eficiencia, solvencia y competitividad" de la caja. Diga lo que diga la Xunta -que ha advertido de que vetará cualquier operación con cajas foráneas-, el consejo admitió ante los empleados que se continuarán "analizando las alternativas en el actual escenario en el que se desenvuelven las cajas". Caixanova incluso estudia acordar una fusión virtual con fecha de caducidad. Todo para evitar el bloqueo de Facenda argumentando que la famosa galleguidad está a salvo.

En el norte no hizo falta que el consejo de Caixa Galicia autorizase la auditoría de KPMG. Técnicos de la empresa comenzaron a trabajar en su sede esa misma mañana. José Luis Méndez defiende desde el principio la integración y va a poner todo su empeño en la tarea.

En el lado de las declaraciones políticas, ayer se sucedieron las de todos los grupos. Los populares, desde el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, al portavoz económico, Pedro Puy, calificaron la posición del alcalde de Vigo como "débil y sin información". Lo acusaron incluso de ir contra su partido y contra el pleno municipal, donde se aprobó por unanimidad la búsqueda de una solución que garantice la solvencia y el carácter gallego de las cajas. Abel Caballero aseguró hace dos días que "alguien puede entender que la reforma de la ley de cajas es un instrumento", para sostener la decisión "política", de la fusión. "Parece que está gestándose con nocturnidad y alevosía" dijo, pese a que el PSdeG apoya la reforma del texto. Puy le recordó, a él y "a los actores políticos", que defiendan "por encima de todo los intereses generales de Galicia y no finalidades de cualquier otro tipo, por muy legítimas que sean". La portavoz del PSdeG y vocal en el consejo de Caixa Galicia, Mar Barcón, aplaudió la auditoría pero advirtió de que tras la decisión final "todo el mundo debe estar cómodo y en su sitio" para que el proceso "no produzca heridas".

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