Cristiano ilumina la gala de 'As'

El mundo del deporte cambió ayer el chándal por el traje, las zapatillas por unos zapatos de tacón y entró en el Palacio de Congresos de Madrid por una alfombra roja. El motivo era la tercera edición de los Premios As, una excusa para celebrar los éxitos del deporte español este año a ritmo de David Bisbal y de la guitarra de Estopa. Por el escenario, como si de una minigala de los Oscar se tratara, pasaron Cristiano Ronaldo, Marta Domínguez y un puñado de jugadores de baloncesto Garbajosa, Llull, Reyes..., con el presidente, José Luis Sáez, a la cabeza, todos elegidos por los internautas de As. También recibieron su homenaje Carlos Sainz júnior (promesa) y Severiano Ballesteros (trayectoria). El golfista cántabro, todavía convaleciente de su enfermedad, fue el único que no pudo recoger en persona el galardón. Le dejó la tarea a uno de sus sobrinos.

El glamour lo puso Cristiano, jaleado por los fans, niñas en su mayoría, a la entrada del recinto, embutido en un traje de terciopelo marrón y perfectamente engominado. La más cambiada, la campeona del mundo de 3.000 metros obstáculos, Marta Domínguez, con un vestido morado, el pelo imposible y brillantes en las orejas.

En el auditorio, lo más granado del deporte español. El secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. Presidentes de clubes de fútbol como Florentino Pérez, Enrique Cerezo o Augusto César Lendoiro, directivos como Jorge Valdano, deportistas en ejercicio como Casillas, encargado de entregar uno de los galardones, o José Luis Abajo, Pirri, bronce en esgrima en los Juegos Olímpicos de Pekín 2004, y retirados como Arantxa Sánchez Vicario.

Los primeros premios fueron para el baloncesto español en su conjunto. No sólo los chicos, que llevan ganándolo casi todo desde hace unos años, sino también las chicas, que en 2009 se han subido al podio en todos los torneos europeos y mundiales que han disputado. Y para Marta Domínguez, que recibió la estatuilla de manos de su "amiga" Arantxa Sánchez Vicario.

Con cierto retraso sobre el horario previsto, Alejandro Sanz entregó su premio a un sonriente Cristiano Ronaldo, "el primer extranjero en ganarlo". El futbolista más caro del mundo, relajado, incluso accedió a hacer el bufón con un par de trucos de magia. Cuando pasó por la sala de prensa estuvo algo más tenso. Le preguntaron por el clásico del pasado domingo "vi un buen partido, como vosotros; jugamos bien, pero no conseguimos marcar" y por el sorteo del Mundial, que se celebra hoy en Ciudad del Cabo "el objetivo de Portugal era estar ahí y lo conseguimos; sería un sueño enfrentarnos a España en la final". Una reportera de televisión incluso le pidió un par de besos y él se los dio.

En definitiva, una celebración del mundo del deporte que sirve para cerrar un año de triunfos que aún pueden aumentar en la final de la Copa Davis.