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Reportaje:Sorteo del Mundial de Suráfrica 2010

España teme a África y Suramérica

Del Bosque prefiere eludir a Costa de Marfil y Chile, además de a Francia y Portugal

Segunda en la clasificación de la FIFA, por detrás de Brasil, España es un potente foco en Ciudad del Cabo, donde hoy se celebra el sorteo de los ocho grupos que dividirán a las 32 selecciones del Mundial de Suráfrica 2010 (18.00, Canal + y Cuatro). La de Vicente del Bosque parte como favorita, además de como cabeza de serie en un primer bombo que reúne a conjuntos que se reparten 15 Copas del Mundo: Brasil (cinco), Italia (cuatro), Alemania (tres), Argentina (dos) e Inglaterra (una). Holanda y el país anfitrión completan esta primera columna, que se cruzará con las otras tres con un condicionamiento geográfico: Suráfrica no jugará contra los cuatro africanos del tercer bombo y ni Argentina ni Brasil se enfrentarán a ninguno de los otros tres equipos suramericanos. El balón echará a rodar el 11 de junio en Johanesburgo y se detendrá el 11 de julio en el mismo estadio, el Soccer City, un recinto legendario con capacidad para 94.700 espectadores en el que Nelson Mandela dio su primer discurso después de su liberación, en 1990. El torneo, que espera a 400.000 visitantes, se disputará en nueve ciudades y diez estadios. El ganador se embolsará un premio de la FIFA de 19,9 millones de euros, frente a los 16,2 de Alemania 2006.

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Es el momento de los primeros nervios y temores. Sobre todo, a los adversarios africanos y suramericanos del tercer bombo. "Costa de Marfil tiene grandes jugadores

[Drogba, Kalou, los hermanos Touré y Zokora] y mucha pegada", dice Del Bosque, que ve a poca distancia a Ghana, Camerún y Nigeria, pero no a Argelia, la más débil de las escuadras africanas. "Sólo les falta concentración y regularidad". El preparador español también evitaría si pudiera a Chile, la sensación de la clasificación en Suramérica; a Paraguay, siempre incómodo por su fortaleza defensiva, y a Uruguay, un histórico con el fútbol en los genes. Además, tiene un mal recuerdo reciente de Estados Unidos, su verdugo en las semifinales de la pasada Copa Confederaciones.

Del bombo 4, nadie quiere toparse ni con la Portugal de Cristiano Ronaldo ni con Francia, enviada a ese último grupo como una especie de castigo camuflado de la FIFA por haber eliminado en la repesca a la República de Irlanda con un gol tras una mano de Henry. "Nos planteamos una compensación moral con Irlanda", dijo ayer, enigmático, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, sin especificar cuál. En esa cuarta columna figuran otras dos selecciones a tener en cuenta: la Serbia de Antic, por delante de Francia en la clasificación, y Dinamarca, que se cargó a la Suecia de Ibrahimovic, la principal figura ausente de Suráfrica.

La inseguridad y las comunicaciones son los principales desafíos de un anfitrión con pocas expectativas en el terreno deportivo por mucho que haya recurrido un entrenador tan curtido como Carlos Parreira, presente en cinco Mundiales y campeón con Brasil en Estados Unidos 1994. En los banquillos se sentarán otros tres campeones. Marcelo Lippi ya dirigió a la ganadora Italia en Alemania 2006 mientras que Dunga y Maradona lo fueron como jugadores: el brasileño, en Estados Unidos 1994, y el argentino, en México 1986.

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