Negocios con la trama Gürtel
La trama corrupta del caso Gürtel se empecinó en invertir en La Nucia, donde los planes urbanísticos del Pie de Monte, la Serreta o el Algar suponían un atractivo especial. Empresas de la trama dirigida por Francisco Correa tuvieron una opción de compra sobre el Pie de Monte, aunque acabaron invirtiendo en el del Algar. Una de sus empresas, Real Estate Equity Portfolio, presidida por el imputado Jacobo Gordon, solicitó y pagó a un conocido despacho de abogados de Madrid una Due Diligence (proceso de investigación y análisis ante la posibilidad de una inversión) sobre la empresa Montemar la Nucia, SL, que detenta la condición de agente urbanizador del PAI. El informe fue entregado a Gordon -a quien Correa encargó "negociar técnicamente el tema urbanístico"- en diciembre de 2006 y forma parte del sumario del caso.
La red corrupta se empeñó en invertir en proyectos en La Nucia
Correa encargó a Gordon "negociar técnicamente el tema urbanístico"
Jacobo Gordon acabó firmando una opción de compra de la empresa Urbana Marina Baixa, SL, propiedad de Antonio Rocamora y Gerardo Martínez Riquelme, que figuraban entre los administradores de la empresa Montemar la Nucia.
Por indicación expresa de Gordon, la Due Diligence obvia los aspectos relacionados con la situación ambiental, precisamente la que mantenía retenida la tramitación del plan en la Consejería de Territorio y Vivienda y que, según una de las conversaciones grabadas, debía resolver Correa a través de sus contactos. "El que lo desbloquea soy yo, que tengo el contacto, que es el hijo de puta de Esteban Pons", llegó a decir Correa a sus interlocutores, según unas conversaciones grabadas por la policía e incorporadas al caso Gürtel. González Pons ya había sido nombrado consejero de Territorio.
Pie de Monte fue adjudicado por el consistorio de La Nucia el 10 de septiembre de 2004 a Montemar la Nucia, tras descartar otros dos proyectos. La sociedad sólo era propietaria de cuatro fincas de 86.816 metros cuadrados en total. También tenía opciones de compra sobre otras 16 fincas. Del expediente enviado por el Ayuntamiento a los organismos competentes se derivaron un informe negativo del IVVSA solicitando un estudio de previsión de vivienda protegida y otros dos informes negativos de la Consejería de Territorio. El 23 de junio de 2006 la empresa presentó en el Ayuntamiento un documento de subsanación. En él se reduce el suelo urbanizable del PAI a 945.048,42 metros, casi la mitad que en el primer proyecto, dejando otros tantos como parque público natural para cumplir con las exigencias de la consejería. Pero se dobló la edificabilidad del 0,2 al 0,4 sin mediar justificación para así obtener 378.019 metros en todo el sector: casi la misma edificabilidad en la mitad del suelo. La comisión territorial de Urbanismo acabó emitiendo un informe ambiental favorable condicionado a la obtención del informe de la CHJ sobre la existencia de recursos hídricos, un obstáculo imposible de salvar.
Pero Jacobo Gordon no se limitó a la actuación en Pie de Monte. La trama decidió invertir en el PAI del Algar. La empresa Castaño Corporate compró una finca de 1,26 hectáreas el 19 de julio de 2006 por 756.240 euros, aunque tenía un valor catastral como finca rústica de 98,33 euros. El 3 de diciembre de 2008 la misma finca fue transmitida a Hator Cosulting, SA, otra empresa de la trama. El vendedor del suelo, Henricus Johannes Van den Hoogen, retiró la mayor parte del dinero en metálico en una oficina bancaria de Benidorm.
Cuatro meses después de la compra que firmó Gordon en el Algar, la comisión territorial de Urbanismo de Alicante aprobó definitivamente el PAI. Sin embargo, un recurso de la Abogacía del Estado provocó que en julio de ese año el TSJ anulara todo el planeamiento urbanístico de La Nucia porque no hay agua para las más de 9.000 viviendas proyectadas, según informó la CHJ.
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