"La apuesta 'abertzale' por las vías democráticas no tiene marcha atrás"

La izquierda abertzale aspira a definir con una profunda reflexión interna su camino a seguir en los próximos años. Pocos conocen sus entresijos como Paco Letamendia, reconocido nacionalista que fue uno de los más destacados militantes de Herri Batasuna en sus albores, a finales de los años setenta.

Pregunta. ¿Qué se debate en el entorno abertzale?

Respuesta. Un cambio que se antoja necesario ante un nuevo contexto. El Gobierno no contempla otro proceso de paz y ha sacado todo su arsenal para criminalizar a organizaciones políticas, Europa mantiene una actitud mucho más cerrada respecto a Euskadi de la que tuvo ante el conflicto irlandés y la Iglesia ha mostrado con sus nombramientos su posición opuesta al nacionalismo vasco. Es lo que se denomina una estructura de oportunidad cerrada.

"Pedir una condena pública de ETA es poco menos que una barbaridad"

P. ¿Y cuál es el camino?

R. La defensa de los principios Mitchell es clara en la propuesta de Alsasua. En ellos se recoge la apuesta exclusiva por medios pacíficos y democráticos para la resolución de problemas políticos, el desarme de las organizaciones paramilitares y la renuncia a usar la fuerza en la negociación.

P. De ahí a la condena pública del terrorismo, como la mayoría exige, sólo hay un paso.

R. Pero es muy difícil de dar. La izquierda abertzale debe decantarse con mucho cuidado. Pedirle una condena pública de ETA es poco menos que una barbaridad y no va a suceder. Al menos, en esos términos, porque conduciría al desastre y a una banda aislada del contexto civil que respondería con palos de fuego a cualquier ataque. Por eso las detenciones de Otegi y Díez Usabiaga son el colmo de un desatino tras el que no sé si se sitúan intenciones descerebradas o maquiavélicas.

P. ¿Ha sido negativo su efecto en todo este proceso?

R. O no. Con su acción, el Gobierno ha creado mártires que han conseguido movilizar a la sociedad vasca, como se comprobó en la manifestación de protesta por las detenciones.

P. ¿Apuesta de forma unánime la izquierda abertzale por la vía democrática?

R. En un porcentaje muy mayoritario sobre los que claman venganza. Es probable que continúe la kale borroka, pero la decisión es firme y no creo que haya marcha atrás.

P. ¿En qué tejado está entonces la pelota?

R. En el de ETA. Suyo debe ser el próximo paso. Sería positiva una declaración no muy explícita por su parte. Una aceptación de los Principios Mitchell. Es lo que espera el resto del entramado abertzale para conformar el polo soberanista.

P. ¿Hay también disparidad de opiniones en ETA?

R. Hasta ahí no llego. Eso lo sabrán sólo ellos o la Policía, pero el sentido común apunta a que sí. En esa línea podrían encuadrarse los últimos manifiestos de algunos presos.

P. ¿Qué conllevaría el anunciado polo soberanista?

R. Un importante cambio del mapa político vasco, que se dividiría en tres polos: el estatalista, el del PNV y el abertzale, cuyo peso político subiría como la espuma en un marco de paz. Se pudo comprobar durante el pacto de Lizarra y la última tregua.

P. ¿Objetivo?

R. Un proceso soberanista a medio o largo plazo que se topará con la actitud antidemocrática y represiva del Estado.