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El alcalde del PP asesinado en Polop tenía "miedo", según sus hijas

Las dos hijas de Alejandro Ponsoda, el alcalde de Polop asesinado el 19 de octubre de 2007, rompieron ayer su silencio, justo el día en el que su padre hubiera cumplido 57 años. María y Fátima Ponsoda, de 27 y 29 años, revelaron que su padre tenía miedo y llegaron a confesar que, poco antes de ser asesinado a tiros en la puerta de su casa, se había planteado contratar un guardaespaldas porque temía por su vida.

Las hijas del regidor apuntan directamente a Juan Cano, todavía alcalde del PP, encarcelado por la juez por su presunta implicación en el compló para este crimen. Cano llevaba tiempo sometiendo a Ponsoda a un calculado maltrato psicológico, con insultos incluidos, según explicaron las hijas. "Mucha gente tenía miedo de Cano, pero de eso nos hemos enterado tras su detención". Las hijas de Ponsoda califican a Cano de "hipócrita y falso" porque no pidió, en su día, que se investigara a fondo el crimen de su padre hasta que él estuvo en el punto de mira de la investigación.

María Ponsoda, que señaló que no se han sentido respetadas, deslizó que parecía que el objetivo era "borrar" a su padre "del planeta". Recordó que, tras el entierro de su padre, Cano y el concejal de Turismo, Joaquín Montiel, se fueron de comida con dos trabajadores del Ayuntamiento. Sin embargo, impidieron que algunos funcionarios salieran media hora antes del trabajo para asistir al funeral. "Pensábamos que odiaba a mi padre, pero no hasta ese extremo", porque "no hay dinero que cubra un asesinato", añadieron.

Las hijas del fallecido también criticaron la pasividad del partido. "El PP no nos ha hecho ni caso".

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