Los municipios de más de 2.500 habitantes tendrán una ITV a menos de 20 kilómetros

La apertura a una mayor competencia del mercado catalán de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV), que todavía sigue copado en un 80% por Applus, grupo propiedad de la firma Carlyle y de un grupo de cajas catalanas, arrancará por fin a finales del próximo enero. Será entonces cuando el Gobierno catalán dará luz verde al reglamento que detalla cómo Applus deberá reducir su peso en el mercado catalán hasta un máximo del 50%, con el 31 de diciembre de 2012 como plazo máximo para hacerlo. Y el plan territorial que seguirá al reglamento establecerá que todos los municipios de Cataluña de más de 2.500 habitantes deberán tener una estación de ITV a una distancia máxima de 20 kilómetros. Cada estación podrá dar servicio a más de un municipio.

Applus bajará del 80% al 60% del mercado con la escisión de una filial

El esbozo del plan territorial distingue entre las comarcas de dos zonas: las de las áreas saturadas, como la corona metropolitana de Barcelona, en el que se convocarán concursos para que nuevos operadores pongan en marcha más estaciones, y las áreas menos saturadas, en las que el principio será que cada comarca tenga al menos una estación de ITV. Este último objetivo se deberá cumplir, como muy tarde, en el año 2014. Ahora hay casi una decena de comarcas sin ITV.

El repliegue parcial de Applus se iniciará en cuanto se aprueben el citado reglamento y el plan territorial, que ahora están en la comisión jurídica asesora y que se espera que reciban el visto bueno del Gobierno catalán a finales de enero. Según el movimiento ya pactado, según fuentes empresariales y de la Administración, Applus pasará de golpe a reducir su peso al 60% en el mercado, mediante la escisión de una de las dos compañías a través de las que Applus opera en este sector, la empresa ECA-ITV. Los socios minoritarios que controlan un 49% de ECA-ITV, las familias Puignou y Marugán, ya han acordado con Applus desgajarse de la empresa y quedarse con 11 estaciones, equivalentes a un 49% del resultado bruto operativo (Ebitda) de ECA-ITV, que cuenta con un volumen de negocio de 24,9 millones de euros y un beneficio de 7,14 millones (2007). Applus, que al año realiza dos millones de inspecciones de vehículos en Cataluña (y un total de 3,2 millones en toda España), se quedará con otras 11 estaciones, que aportan un 51% del resultado.

Al margen de ese pacto, la Generalitat convocará ya en 2010 un primer concurso público al que Applus no podrá presentarse y que estará abierto a sus competidores, de modo que el operador dominante vaya diluyendo su peso en el mercado. El segundo concurso está previsto para 2011, según el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa.

La empresa de las familias Puignou y Marugán -que pasarán a tener un 20% del mercado-, RVSA, que ya tiene ahora otro 20% concentrado en las comarcas de Girona, y nuevos actores, como el grupo ITEVELEC y las empresas del conglomerado FCC, tienen interés en ganar peso o entrar en las ITV catalanas.