La Euroliga frente a la NBA
Tras nueve partidos de la NBA con los Bucks de Milwaukee, Brandon Jennings promedia 24,8 puntos, 5,8 asistencias y 4,7 rebotes. Tiene 20 años. El año pasado, cuando jugaba en el Lottomatica de Roma, Jennings promedió 7,6 puntos, 1,6 asistencias y 1,6 rebotes en los partidos de la Euroliga. Tenía 19 años.
A la vista de estas estadísticas, una persona podría sacar una de estas dos conclusiones: 1. La NBA es mucho menos competitiva que la Euroliga. Y/o, 2. En lo que a edad de los jugadores se refiere, 20 es superior a 19. La mayor parte de la humanidad admitiría el carácter dudoso de la segunda afirmación. Veinte es, de hecho, ligeramente superior a 19, cuando se trata de baloncesto. Pero también es verdad que 21 es ligeramente superior a 20. Creo que es razonable suponer que la mayoría de la gente entendería de manera innata que la experiencia es una gran ayuda para un deportista, pero que un año de ella no basta para explicar que sus estadísticas se multipliquen por tres. Y sé que la primera suposición, si bien no es del todo absurda, es por lo menos muy cuestionable. Aunque me encantaría afirmar que el baloncesto de la Euroliga funciona a un nivel superior al del baloncesto de la NBA, si lo hiciera correría el peligro de echar abajo la poco fundada credibilidad a la que me estoy agarrando desesperadamente.
Jennings anotó 55 puntos con Milwaukee; con la Lottomatica sólo llegó a 17
Pero eso no quiere decir que ustedes no puedan realizar esa afirmación. De hecho, me decepciona que no lo hayan hecho. ¿No han aprendido nada de nosotros? Lo sé, lo sé, no quieren aprender nada de nosotros. Pero ésta es una técnica que hemos llegado a dominar: el arte de utilizar estadísticas poco sólidas para demostrar un argumento determinado. Por ejemplo, si trabajasen en la dirección de la Euroliga, podrían escribir algo así: la semana pasada, Brandon Jennings, el jugador de los Bucks de Milwaukee, anotó 55 puntos en un partido de la NBA. La puntuación más alta de Jennings en la ¡EUROLIGA! con el Lottomatica de Roma fue de 17 puntos. A los que sostienen que la ¡EUROLIGA! no le llega a la NBA ni a las suelas de los zapatos, les diría: "Comprobad las estadísticas". (Fíjense en el énfasis puesto en la palabra Euroliga. A nosotros los estadounidenses se nos enseña desde pequeñitos que, para demostrar nuestros argumentos, uno tiene que gritar mucho).
Así, cuando los consumidores me escriben para decirme que debería controlar mis afirmaciones, que los estilos de las dos Ligas son totalmente diferentes y que la tensión a la que estaba sometido en Roma probablemente era enorme, mientras que la presión en Milwaukee ha sido prácticamente inexistente, deberían gritar un poco más. Por lo tanto, háganlo. Tengan un poco de orgullo. Hagan el ridículo. Hagan afirmaciones descabelladas respaldadas por estadísticas ridículas. A nosotros nos ha funcionado durante años. Vale, es cierto, se sentirán muy mal por la mañana, pero no hay nada que un Lexus y una televisión de pantalla ancha no puedan arreglar.
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