Ineficaz lucha contra la ilegalidad

Los sucesivos procedimientos sancionadores que desde el año 2002 ha abierto el Ayuntamiento de Málaga contra las obras de ampliación de la vivienda del promotor ruso Vladimir Benianchvili, por alzarse sobre suelo no urbanizable en el monte San Antón, no han tenido efectos. La falta de actuación subsidiaria del consistorio para demoler las construcciones ilegales, que la oposición considera inexplicable, ha permitido que se imponga la persistencia del empresario que, además de haber ampliado su vivienda con edificaciones que según el propio consistorio sobrepasan los 1.600 metros cuadrados, ha realizado importantes obras de desmonte que han alterado el paraje.

Según información del Ayuntamiento, ya el 14 de enero de 2003 emitió la primera orden de paralización de las obras y en 2005 emplazó al propietario a demoler la estructura del primer edificio construido (aparece cubierto por un toldo verde en la primera fotografía). Beniachvili inició las obras sin licencia en 1998 y la denuncia municipal le forzó a solicitarla, aunque la que se otorgó era para mucho menos de lo construido.

La concejalía de Urbanismo insiste en que no ha dejado de actuar y que ha dictado tres órdenes de demolición de las obras. La última, el 23 de julio de este año, después de que el promotor incumpliera otra orden de paralización y precinto dada en mayo. Esta actuación se ha remitido a la Fiscalía, y hay diligencias penales abiertas en un juzgado desde 2006.

Los suelos construidos forman parte de la parcela sobre la que se proyectó un complejo de cultura hispano-ruso con hoteles, viviendas y centros culturales y deportivos que, según una reciente sentencia del TSJA, no podían considerarse de utilidad pública ni cambiar por tanto la calificación del suelo, no urbanizable con protección paisajística.