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QUÉ ES... Un huerto fotovoltaico
Columna
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Sistema limpio para 'cultivar' kilovatios

Un huerto fotovoltaico es una instalación dedicada a transformar la energía solar en energía eléctrica. La instalación está formada por cinco elementos principales: paneles solares, inversores, transformadores, línea de evacuación y, dependiendo de las características del proyecto, seguidores (elementos móviles que permiten orientar los paneles logrando una mayor incidencia solar). Una central solar fotovoltaica de 1 MW permite generar electricidad limpia para mil familias, evitando la emisión de anual de 360 kilogramos de CO2.

El furor de las energías renovables, y más concretamente en el sector fotovoltaico, comenzó en 1999 con la aprobación del Plan de Fomento de Energías Renovables (PFER), que incentivaba con primas sustanciosas la energía producida a través de esta fuente. Sin embargo, fue la publicación del Real Decreto 661 en el año 2007 el punto que marcó un antes y un después en el sector fotovoltaico en nuestro país. A través de esta regulación, se estableció un cambio en el sistema de primas para instalaciones conectadas a la red con posterioridad al 29 de septiembre de 2008. Téngase en cuenta que el PFER establecía que el objetivo era producir 350 megavatios en 2010, mientras que el sector alcanzó 10 veces esa cifra a finales de 2008. Con el objetivo de ordenar el sector, en 2008 se promulga el Real Decreto 1.578, que recortaba significativamente las primas aplicables para instalaciones conectadas con posterioridad al 29 de septiembre de 2008.

Los incentivos económicos que aportaba la antigua legislación impulsaron a muchos inversores a desarrollar proyectos de construcción de instalaciones fotovoltaicas. Hay que destacar que la prima regulada para la generación de electricidad a través de energía fotovoltaica era de 0,44 euros/kWh producido, cerca de un 500% superior al precio de mercado. Las inversiones en huertos fotovoltaicos se han basado en las siguientes premisas: la fuerte subvención pública a la energía producida y la financiación de entre un 70% y un 85% el coste de la inversión. La financiación ha jugado un papel importante en la rentabilidad de estos proyectos. Ambos aspectos explican el boom de instalaciones de huertos fotovoltaicos en los últimos años, ya que la legislación permitía una inversión de capital moderado a cambio de unas rentabilidades anuales superiores en muchos casos al 10%.

Sin embargo, los incentivos con los que contaba el sector han dado un giro a raíz del descenso de las primas tras el cambio regulatorio de 2008 y por las restricciones en la financiación, consecuencia de la crisis económica. La instalación de nuevos huertos fotovoltaicos se ha ralentizado, pero se mantiene el interés de los inversores por esta alternativa, demandando instalaciones ya conectadas (al amparo del RD 661) y que cuenten con financiación. Adicionalmente, y según previsiones de ASIF, el incremento en el coste de la energía llevará a una situación de "paridad con la red" a lo largo del periodo 2013-2015 que hará rentable la tecnología sin ningún tipo de ayuda pública.

Fernando Ortega Izquierdo es asociado en Atlas Capital Close Brothers.

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