Quintás defiende las cajas porque "en la selva no puede haber sólo elefantes"
El Banco de España advierte de que se avecina un "tsunami' regulatorio"
La situación del mercado financiero es difícil. Así se explica que altos representantes de instituciones financieras públicas y privadas utilicen, en sus explicaciones, imágenes relacionadas con la selva o los terremotos. Todo muy gráfico. Un ejemplo: el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, defendió ayer la existencia de las cajas de ahorros como modelo de institución financiera por considerar que "en la selva no puede haber sólo elefantes", sino que hay que conservar "las distintas especies".
Al tiempo, el director general de Regulación del Banco de España, José María Roldán, advertía de que se acerca un "tsunami regulatorio" a escala europea en materia de recursos propios, que incluirá la exigencia de mayores requisitos de capital a las entidades a partir de 2012. Se entiende así mejor que el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, lanzara un llamamiento esta misma semana a los organismos internacionales para que no endurezcan las condiciones de funcionamiento a las entidades grandes que no hayan asumido excesivos riesgos en sus balances.
Trichet avisa que las ayudas a la banca pueden crear "adicción"
El BCE endurece los requisitos para la titulización de activos
Ambos, Quintás y Roldán participaron en unas jornadas organizadas por la patronal de las cajas sobre los retos de la Presidencia española de la UE. En nombre de las cajas, Quintás, tras denunciar los "intentos de acoso" que han sufrido las cajas de ahorros en su conjunto desde Europa, agradeció el apoyo prestado por el Parlamento Europeo a la hora de salir en defensa de su existencia e identidad institucional, que se caracteriza por una fuerte vocación social. Para Quintás, la Eurocámara "ha acertado" a la hora de defender en reiteradas ocasiones el "principio de biodiversidad institucional", porque las principales víctimas de la crisis financiera internacional fueron los grandes bancos de Wall Street, que "generaron esta locura y perecieron con ella".
Las consecuencias de aquella locura ya están claras y, ahora, se buscan mecanismos de seguridad. En este sentido, el director general del Banco de España, José María Roldán, explicó que las mayores exigencias de recursos propios mínimos se debe a que las autoridades quieren que bancos y cajas de ahorros estén en disposición de soportar tanto las pérdidas esperadas como las inesperadas.
"La función de intermediación es tan vital para el crecimiento económico que tienen que ser capaces de soportar situaciones extremas", dijo Roldán. Antes de la crisis, se estudiaba aumentar los requerimientos de capital por cartera de negociación en un 10%, mientras que ahora se debate incrementarlos un 300%. "Ésta es una de las grandes sorpresas de la crisis", consideró. Asimismo, Roldán subrayó que crecerán las exigencias de capital para las entidades financieras por realizar titulizaciones complejas, así como los colchones para afrontar crisis económicas, con el fin de que no se produzcan "indebidas restricciones de crédito". Al ser preguntado sobre la tesis que defiende que mayores requerimientos de capital pueden provocar restricción del crédito, Roldán sostuvo que "no se puede evitar pedir más capital", pero matizó que "hay que hacerlo de forma proporcionada, en función de los riesgos". Se trata, especificó, de "ser extremadamente cuidadosos y no disparar a todo lo que se mueve", si bien incidió en que "al final, no hay nada más procíclico que una entidad financiera mal gestionada y poco capitalizada", modelo que falla en momentos de crisis y deja de conceder crédito adecuadamente, lo que puede empeorar el escenario económico.
También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se decantó por las advertencias a los bancos. Lo hizo mediante un mensaje: las medidas extraordinarias de liquidez aplicadas para hacer frente a la crisis pueden generar "dependencia" e incluso "adicción", por lo que resulta adecuado la aplicación de la retirada de las mismas de manera gradual. Como en toda dependencia.
Las declaraciones de Trichet coincidieron con el anuncio de que BCE ha decidido modificar los requisitos de calificación crediticia para los bonos de titulización de activos (ABS) empleados por las entidades como contraprestación en las diferentes operaciones con el instituto emisor de la zona euro. En el caso de los títulos emitidos partir del próximo 1 de marzo de 2010 deberán contar con la máxima calificación AAA de al menos dos agencias de calificación de riesgos.
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