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Tentaciones
Reportaje:CINE

Tan simple que da muy mal rollo

Imaginen a Spielberg, cómodamente apoltronado en la oscuridad del cine Surround de su casa, afrontando en soledad la tediosa tarea de ojear la película de otro novato que ha llamado la atención de uno de sus colegas de DreamWorks. A mitad de cinta, la quita. ¿Otro bodrio? No. Está muerto de miedo. Se levanta al día siguiente y decide verla completa a la luz del día. Sí, el genio que firmó Poltergeist hizo trampas con Paranormal activity, una cinta de terror que costó 15.000 dólares y ya lleva recaudados más de un millón sólo en Estados Unidos. Su autor, Oren Peli, un israelí de 39 años que se mudó a San Diego (California) con 19 y lleva media vida ejerciendo de programador de videojuegos.

"Tras verla, Spielberg se encontró su habitación cerrada pordentro... estando vacía""Al dormir es cuando somos más vulnerables. Es una verdad con la que la gente conecta"
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Él mismo asegura que lo de Spielberg no es leyenda. "Me lo habían comentado ejecutivos de su compañía, y hace unas pocas semanas le conocí personalmente y me lo confirmó". Ahí no queda la cosa. El autor de Tiburón solicitó que se llevaran el DVD de su casa. "El día después de verla se encontró con que la puerta de su habitación estaba cerrada por dentro... estando vacía. El cerrajero tampoco pudo abrirla y tuvo que acabar serrándola".

El horror de Paranormal activity, digámoslo ya, se basa más en lo que el ojo no ve que en lo que se expone al objetivo. Una pareja sospecha que en su casa suceden hechos sobrenaturales y adquiere una cámara de vídeo para filmarlos mientras duerme. Un producto en la estela de El proyecto de la bruja de Blair muy fácil de entender y con el que, sin embargo, DreamWorks no sabía qué hacer. La idea inicial (ojito, sufridos debutantes) fue comprarla para hacer un remake e incluir la original como extra en el DVD. Algo por lo que Peli estuvo dispuesto a pasar. "Mi prioridad, obviamente, era que viera la luz en cines. Pero no había nadie dispuesto a estrenarla, así que el remake se convirtió en nuestra mejor oportunidad". No sin antes quemar una última baza. Tras su experiencia en festivales como Slamdance o Screamfest, Peli invitó a los gerifaltes del estudio a una proyección con público... y todo cambió.

Se decidió que se estrenaría la original con un ligero retoque..., un final sugerido por Spielberg diferente al del montaje inicial. "Al principio me mostré algo reacio. Pero un montón de gente decía que le había gustado todo menos el final. Tras comprobar cómo saltaban en la butaca y gritaban con el nuevo, fue muy fácil decidir cuál era el camino a seguir".

El siguiente escollo vino con el divorcio entre DreamWorks y Paramount. Tras el caótico reparto entre ambos estudios, acabó en manos del último, que tuvo la película cogiendo polvo durante un año. Oren Peli empezó a sentir más miedo que si le rondara un espíritu. "Es un producto muy arriesgado", admitió entonces. "No tiene grandes estrellas. Y estamos hablando del estudio que ha levantado fenómenos colosales como Transformers o Star Trek".

En noviembre de 2008 se organizó un pase para 150 exhibidores de Los Ángeles, y se repitió la estrategia de invitar a adolescentes y veinteañeros. Según Stuart Ford, de IM Global, la compañía encargada de las ventas de la película, "en las 24 horas siguientes habíamos firmado la distribución para 52 países".

Los fans se convirtieron entonces en la mejor garantía. "De no ser por ellos, tú y yo no estaríamos hablando ahora", admite el director. El tráiler que colgaron en Internet, en sintonía con su filosofía de "no mostrar", recoge esencialmente las caras de susto filmadas con webcam en los pases de test que recorrieron EE UU, siempre con todas las entradas vendidas. Se convirtió en un estreno bajo demanda, es decir, si reunían las suficientes peticiones a través de la web, la estrenaban en tu ciudad. Y al alcanzar el millón de peticiones, prometían su exhibición a nivel nacional. Lo mismo se hará en España, donde sale con 200 copias, pero si reúnen 200.000 firmas en su web oficial (www.paranormal-lapelicula.com), se mostrará masivamente.

Rebobinemos. Año 2006. Oren Peli compra su primera casa tras media vida viviendo en un apartamento. Una vivienda familiar con dos plantas y jardín situada en un tranquilo suburbio que huele a barbacoas domingueras. Descubrió el silencio. Y con ello, los extraños ruidos que sólo se sienten de noche. "Me imaginé qué haría un geek como yo para averiguar de dónde provenían. Mi impulso inicial sería instalar cámaras de vídeo por toda la casa para ver qué es lo que pasaba".

De pequeño vio El exorcista y quedó traumatizado. "Podía con el cine gore y cosas de horror muy pasadas de vueltas, pero, hasta hace poco, con nada que tuviera que ver con espíritus". Ahora dispone de una amplia biblioteca sobre casas encantadas, posesiones demoniacas y exorcismos.

Afrontó sus temores situando a sus protagonistas en su propia casa. La premisa, tan simple como "¿qué pasa mientras duermes?", activa los miedos más primarios de cualquier espectador. "Considero que esa es la auténtica clave de su éxito. Todo el mundo puede identificarse con la idea de escuchar algún ruido por la noche. Normalmente, te preguntas: '¿Qué será eso?', y no le das mayor importancia porque te sientes reconfortado en la seguridad de tu hogar. Cuando dormimos es cuando somos más vulnerables. Es una verdad irrefutable, con la que la gente conecta de una manera instantánea". ¿Será capaz de llevar sobre su conciencia el peso de robarle el sueño (al menos durante las primeras noches) a millones de espectadores? "Ése es el mejor cumplido que pueden hacerme", dice sin atisbo de tomárselo a broma.

Sólo existe una experiencia más paranormal que ver esta película: entrevistar a su director. De la noche a la mañana se ha convertido en la persona más solicitada de Hollywood, y se anda con pies de plomo. Todo el mundo trata de sonsacarle la receta de la pócima mágica. Peli, cordial, pero parco en palabras, no responde a ninguna cuestión relacionada con a) futuros proyectos; b) estudios de cine, y c) cantidades monetarias. Réplicas como "Lo siento, mi política me impide discutir sobre eso", "No hablo sobre asuntos financieros" o "Sin comentarios" invalidan la mitad de las preguntas de cualquier entrevista.

Hay quien sugiere que se debe al contrato leonino que ha firmado para su segunda película, Area 51. Según Variety, sigue la misma línea de material encontrado (que finge haber sido rodado por gente anónima sin ningún fin artístico y descubierto posteriormente para ser montado y exhibido). "Paranormal activity con marcianos", asegura la revista. Tres hermanos, uno de ellos chiflado por la ufología, se pierden cámara en mano por el desierto de Roswell (Nuevo México) a la búsqueda de una evidencia de vida alienígena. El proceso de preproducción ha empezado este mismo mes, pero el director no suelta prenda. "No creo que sea ventajoso hablar de nada hasta que esté hecho", arguye con una infranqueable media sonrisa. Si nos ceñimos a los datos que circulan por Internet, Peli contará esta vez con un presupuesto de cinco millones de dólares.

Por los derechos de Paranormal activity, según Los Angeles Times, Paramount le pagó 300.000 dólares. Pero no pidan que confirme la cifra. Ni que cuente si piensa compartir esos beneficios con las cinco personas que participaron en la película.

¿Recuerdan que Spielberg sugirió un final diferente al del montaje original? No le llaman el Midas del cine porque sí. El primigenio no garantizaba una secuela, pero el que veremos en la gran pantalla, sí. Tampoco esperen que Oren Peli les confirme si piensa intentar evitarlo o participar en Paranormal activity 2, aunque, según la base de datos de cine imdb.com, esté implicado en ella. Sólo recordarle, señor Peli, la maldición de la Bruja de Blair, que les valió el récord de 250 millones de dólares en taquilla a sus autores para devolverles al anonimato tras el estrepitoso fracaso de su segunda parte, Libro de las sombras.

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