La oposición cree que Feijóo alienta la absorción de las cajas

Nadie escucha los llamamientos a sumergir el debate de las cajas de ahorro que lanza la Xunta. Movimientos empresariales, políticos y mediáticos apremian a Alberto Núñez Feijóo para que se pronuncie, esta vez por temor a que su silencio sea una maniobra para dar entrada a cajas mayores, como Caja Madrid, que fagociten a las gallegas. Lo dijeron ayer los portavoces de PSdeG y BNG, Xaquín Fernández Leiceaga y Carlos Aymerich, ante las presiones que, según publicó EL PAÍS, el Banco de España está ejerciendo para alentar una operación a tres bandas entre la madrileña, la CAM y Caixa Galicia.

Este paso, que mediante una fusión nunca contaría con el visto bueno del Parlamento gallego pero sí podría adaptarse a la SIP (fusión virtual, sin pérdida de personalidad jurídica), cuenta ahora con la novedad de que Rodrigo Rato estará pronto al mando de la caja la madrileña.

El Banco de España busca que Caixa Galicia se acerque a Caja Madrid

En A Coruña, la entidad que dirige José Luis Méndez dijo ayer que no se pronunciará "hasta que lo haga el Gobierno gallego". Y el Gobierno gallego lidia con una oposición que cree que el "silencio clamoroso", de Feijóo, "quiere presentar como inevitable una fusión para hacer un gran grupo", dirigido por el ex presidente del FMI al que "aspiran Rajoy y Montoro". La Consellería de Facenda volvió sobre sus pasos para explicar lo que ya dijo en el Parlamento su titular, Marta Fernández: que no apoyará "el modelo de Caja Madrid ni el del señor Montoro".

Ante la insistencia de BNG y PSdeG, el portavoz del grupo popular, Manuel Ruiz Rivas, quiso silenciar las críticas censurando que socialistas y nacionalistas "se dediquen a informar sin tener datos".

Paralelamente, también ayer el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, hizo pública una carta que su grupo ha enviado a Núñez Feijóo para que éste convoque una reunión con los tres líderes políticos para "tratar de consensuar la decisión sobre las cajas". En ella profundiza en las tesis nacionalistas: el futuro de las cajas no debe estar en manos ni del Banco de España ni de los ejecutivos de Caixa Galicia o Caixanova, sino con el "interés general de Galicia". Por la tarde, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, aseguró que no ve ningún problema para celebrar esa reunión.

Las presiones están lejos de terminarse. Mañana, el sindicato CIG convoca en Ourense una asamblea para hablar del futuro de las cajas sin que todavía ninguna de las dos haya planteado una propuesta.

La única información que ofrecen las entidades es la de su cuenta de resultados. Ayer se supo que el grupo Caixanova, que incluye el balance del Banco Gallego, ganó 107 millones en el tercer trimestre, un 3,6% menos.