Nuevo plan pesquero por el fin de las paradas biológicas

Ya nada será igual. El sector pesquero andaluz se enfrenta a un nuevo modelo de actividad mucho antes de lo esperado. Los cambios estaban previstos para el año 2013, cuando caducaba el actual plan pesquero, basado en unos largos tiempos de paradas biológicas subvencionadas para preservar las especies y evitar que se esquilmen los caladeros. Pero el dinero reservado fue adelantado y ya se ha agotado. La Consejería de Agricultura y Pesca ha tenido que rediseñar la gestión del sector. No habrá largas paradas. La preservación de los recursos del mar se conseguirá reduciendo flota, acortando horarios e imponiendo vedas de 21 días.

La flota pesquera andaluza, con 651 embarcaciones de las que dependen unos 10.000 trabajadores, ha asumido en su mayoría este marco normativo dirigido al mantenimiento de la actividad extractiva bajo la premisa del control de los caladeros y la lucha contra la actividad ilegal. Se trata del más riguroso de los que afronta el sector al contener medidas que no incluyen el pago de dinero público por paradas biológicas, un sistema que ha permitido hasta ahora el cobro de fondos públicos a cambio del amarre de la flota en las fechas de crianza de las especies en los caladeros andaluces.

La preservación de los recursos requiere imponer vedas de 21 días

Las partidas destinadas para este fin por la Unión Europea para el periodo 2007-2013, por un importe total de 46,7 millones de euros, fueron agotadas a petición del propio sector, que solicitó a la Junta, encargada de la gestión del dinero, el adelanto del calendario de paradas, y por lo tanto de los fondos, con la intención de mejorar las condiciones de los pescadores y armadores atenazados por la crisis.

Como alternativa, la Consejería de Agricultura y Pesca ha consensuado con los representantes del sector un nuevo sistema de control que incorpora fondos para el desguace del 8% de la flota, de forma que se logre reducir la presión sobre los caladeros; un calendario de actividad de 180 días al año; una reducción de las horas de actividad que ha sido negociada con cada flota en razón a sus condiciones; y una veda de 21 días que deberá aplicarse entre los meses de enero a marzo, los de reproducción de las especies. Las fechas de aplicación de la veda han sido fijadas de manera autónoma para cada caladero en coordinación con el sector.

Además, a partir de ahora, las embarcaciones de menos de 13 metros de eslora incorporarán una caja verde, un dispositivo electrónico que identificará en cada momento el lugar de faena, los horarios de actividad y la carga de la embarcación en cada salida a la mar. Hasta ahora sólo las embarcaciones de mayor tamaño contaban con este sistema de control.

Los más combativos contra este modelo de pesca han sido los pescadores de Barbate (Cádiz), donde existen 49 barcos. La flota de cerco de esta localidad sigue reclamando la parada por tres meses porque lo ve como la única forma de que se pueda regenerar su especie más demandada, el boquerón. "No se puede pescar en enero porque ese mes todavía no han alcanzado la talla que se exige por ley", se lamenta el patrón mayor, José Manuel Martínez. La parada barbateña empieza en diciembre y termina en febrero. Incluso los armadores han abogado por su ampliación si así lo estiman los informes que realiza periódicamente el Instituto Español de Oceanografía. Tampoco comparten la veda de 21 días, que se aplicaría a partir de febrero. "Es un mes de reclutamiento de alevines. Tendría un alto coste", protesta Martínez.

La cofradía barbateña, que ha protagonizado ya movilizaciones en contra del fin de las paradas, sí está de acuerdo con el resto de puntos del plan. La secretaria general de Pesca de la Junta, Margarita Pérez, dice entender la postura de los pescadores de esta localidad. "Sé que han sufrido mucho en los últimos años pero les pido que hagan un esfuerzo, al igual que el resto de puertos andaluces, y que acepten estas medidas extraordinarias". La vigencia del plan llega hasta 2013. Para ese año la Junta tendrá que volver a luchar por más recursos económicos con los que apoyar a la flota andaluza. Sin embargo, la Unión Europea no es muy partidaria de repetir las subvenciones a las paradas biológicas.