Artistas en la silla del director

La última película biográfica sobre John Lennon no está firmada en Hollywood. Ha sido la artista británica Sam Taylor-Wood, una de las puntas de lanza del llamado Britart, quien se ha atrevido a llevar a la ficción la adolescencia del miembro de The Beatles en Nowhere boy, filme que clausuró el Festival de Cine de Londres el pasado 29 de octubre y que se estrenará el año que viene en España.

Como fotógrafa y videoartista, Taylor-Wood, compañera de generación de Damien Hirst, y como él licenciada en el Goldsmiths College de Londres, ha construido su obra en torno a la imagen. Una de sus piezas más conocidas es un vídeo del futbolista David Beckham durmiendo. La artista, que fue finalista del Premio Turner en 1997 (Hirst lo ganó en 1995), se estrenó en la ficción con el corto Love you more, producido por su amigo Anthony Minghella, que compitió en el Festival de Cannes el año pasado. En Nowhere boy ha contado con Matt Greenhalgh (Control) como guionista del filme, que interpretan Kristin Scott Thomas (la tía Mimi) y Anne-Marie Duff (Julia, madre del músico). El joven Lennon es Aaron Johnson, de 19 años, prometido de Taylor-Wood.

La fotógrafa Sam Taylor-Wood ha dirigido un filme sobre John Lennon

La historia de las incursiones de artistas en el cine tiene algunas referencias notables. El multifacético Julian Schnabel se lanzó al celuloide después de haberse ganado una notable reputación como pintor en el Nueva York de los ochenta. Su filmografía incluye Basquiat, Antes que anochezca (con la que su protagonista, Javier Bardem, obtuvo su primera candidatura a los Oscar) y La escafandra y la mariposa, que le procuró un premio en Cannes, un Globo de Oro y una candidatura a los Oscar.

Pero los artistas británicos parecen tener una especial predilección por el cine. El británico Steve McQueen (también formado en Goldsmiths y ganador del Premio Turner en 1999) saboreó en 2008 el éxito en Cannes con su filme Hunger sobre la huelga de hambre que en 1981 acabó con la vida del militante del IRA Bobby Sands (interpretado por Michael Fassbender). El tour de force entre Fassbender y Liam Cunningham, en la película el padre Moran, un sacerdote moderado de Belfast, una impresionante escena de 17 minutos y medio rodada en una única toma, dejó con la boca abierta a más de uno y le hizo ganar la Cámara de Oro, premio a la mejor ópera prima que concede el festival francés. McQueen estudió cine en la Universidad de Nueva York durante su etapa de formación, pero por un periodo muy breve. "Si hubiera ido a una escuela de cine quizás mi lenguaje se habría contaminado. Yo estaba más interesado en el arte porque era más difícil. En el arte tratas de crear forma. En el cine, la forma ya existe. Es una variación de la forma y lo que tratas de hacer es subvertir la forma. En el arte pretendes crear la forma y que tenga sentido. Todo el mundo sabe qué es una narrativa y una historia. Pero no todo el mundo tiene formación en arte", reflexionaba el año pasado en una entrevista a Channel 4.

Otros artistas han elegido el género documental para sus trabajos cinematográficos. Es el caso del también británico y candidato al Turner Isaac Julien, que ha usado ese género para explorar cuestiones raciales o de orientación sexual. Por citar algunas de sus películas, Looking for Langston (1989) se adentra en el Harlem de los años veinte y en la figura del poeta Langston Hughes, mientras Derek (2008), con Tilda Swinton como narradora, recupera la figura de Derek Jarman, cineasta británico y abanderado de los derechos de los homosexuales en los años ochenta. Aunque Julien también se ha atrevido -con fortuna- con la ficción: La radio pirata ganó el Premio de la Semana de Crítica en Cannes en 1991.