"Quien va en contra de Laporta cede o pierde"
La carrera de Xavier Sala i Martín (1963) en el FC Barcelona ha sido imparable desde la llegada a la presidencia de Laporta en 2003. El directivo puede ser nombrado hoy tesorero e incluso vicepresidente, y a final de año aspira a ser proclamado aspirante continuista para las elecciones de 2010.
Pregunta. ¿Usted será el cabeza de lista o un miembro más de la candidatura continuista?
Respuesta. No me gusta hablar de continuista (Laporta no continúa), sino de continuadora de una obra que ha dado los mejores resultados de la historia del Barça. Alfons Godall [vicepresidente] y yo hemos venido trabajando en una candidatura de la que yo formaré parte. El papel de cada uno aún no está decidido. Pero los socios a los que les gusta lo que se ha hecho tendrán la posibilidad de votar a favor de que la cosa continúe.
"Todas las crisis han tenido el mismo hilo condunctor: él hace lo que quiere"
P. Aunque ahora se disimule, ¿el espionaje a cuatro vicepresidentes no ha provocado una crisis muy seria en la directiva
R. Cuando yo entré en el consejo, la auditoría ya se había hecho. Me contaron cómo había sucedido y que la gente que se había molestado había aceptado las explicaciones dadas. Y así siguieron las cosas hasta octubre, cuando la prensa habló de malestar. Al verlo, el propio presidente preguntó, en reunión de junta, si el malestar del que hablaba la prensa era real. Nadie respondió, por lo que el asunto quedó zanjado.
P. Godall fue el único vicepresidente no investigado y usted se supone que es el favorito de Laporta en la lista continuista. Usted y el director general, Joan Oliver, además de Vicent Sanchís, director de Barça TV, tienen ciertas complicidades por pertenecer a la Fundación Catalunya Oberta. Son una máquina de fabricar ideas que le van bien al presidente y no gustan a otros directivos.
R. ¿Cree de verdad que Oliver, Sanchís y yo podemos manipular a Laporta para decidir su sustituto? ¿Usted cree que le vamos a pedir que prescinda de su amigo Godall, de los directivos que le apoyaron en la moción de censura, de gente de su confianza, y que me ponga a mí? ¡Por favor! Todas las crisis del consejo han tenido el mismo hilo conductor, y es que Laporta hace lo que quiere y quien va en su contra acaba por ceder o perder. Por más que se diga que la Fundación es un centro diabólico capaz de todo, hay una cosa que no es capaz de hacer: comerle el coco a Laporta.
P. La mayoría de sus adversarios dicen que provoca rechazo en los socios.
R. Me gustaría que mostraran sus encuestas. Para ganar no sólo hay que contemplar el rechazo; las elecciones se ganan haciendo trempar (vibrar) a los tuyos. Muy a menudo quien las pierde es porque no ha hecho trempar a sus electores naturales.
P. Por eso parece que Laporta le preferiría a usted antes que a Godall, que es una persona con un perfil menos volcánico.
R. Godall sería un extraordinario candidato. En todas las decisiones que se han tomado, siempre ha estado al lado de la correcta: cuando se fichó a Txiki, cuando se mantuvo a Rijkaard, cuando se fichó a Eto'o, cuando se prescindió de Ronaldinho, cuando se fichó a Pep. Lo curioso es constatar que en el lado equivocado de todas esas decisiones capitales estaba Rosell, que no puede ver a Txiki, que quería a Scolari, que no quería fichar a Eto'o para no irritar a Florentino Pérez y apostaba por Adriano, como si el presidente del Barça tuviera que claudicar ante el del Madrid.
P. ¿Qué piensa de Laporta?
R. Es el mejor presidente en la historia del Barça. Una medida de lo bien que lo ha hecho es el odio visceral que despierta en sus opositores, que utilizan campañas mediáticas contra su persona para desacreditarle. A pesar de esas campañas, Laporta se hace querer. Y no sólo la gente de la calle lo adora, sino que las altas esferas del poder deportivo también le quieren. Un detalle: antes de la llegada de Laporta, todos los órganos deportivos españoles y europeos estaban dominados por el Madrid; no diré que ahora estén dominados por el Barça, pero ya no están dominados por el Madrid. Y eso es gracias a Laporta.
P. Al igual que Agustí Montal, Laporta dijo en su día: "No hacemos política, hacemos país". ¿No cree que hoy hace política con sus declaraciones y sus gestos?
R. Dígame: ¿a qué partido ha dado su apoyo Laporta? ¡A ninguno! Hacer país quiere decir apoyar a Cataluña y hacer política signiminado partido. Montal tiene razón: no ha hecho política. Y si defender al país es hacer política, entonces hacen política tanto los que hablan como los que callan.
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