Y Florentino calla
El presidente, para quien no ganar un título esta temporada "no es un fracaso", asume en silencio la primera bofetada a su gigantesca inversión
Alfredo Di Stéfano fue el más listo de todos. No sólo se quedó en su casa el martes por la noche, sino que tampoco vio el partido contra el Alcorcón. Invirtió esas horas con su hija y sus nietos. Le dijeron por teléfono que había terminado 1-0 y ya está. Ni remontada ni nada parecido. Así, de paso, se libró de escuchar los pitidos que la afición dedicó a Pellegrini; los olés con los que el público coreaba los toques finales del Alcorcón; y la cara de resignación del capitán, Raúl, que volvió a ser titular en la peor noche. También se libró Di Stéfano de opinar, en el día después del alcorconazo, sobre la falta de juego del Madrid millonario de Florentino Pérez.
El presidente de honor del club se paseó ayer por el Bernabéu, donde acudió a la presentación de Unicef del partido Champions for Africa (apadrinado por Sergio Ramos y Kanouté). Mientras Florentino intentaba huir de los micrófonos para evitar hacer declaraciones, Di Stéfano se tomaba tranquilamente un vino. "¿En serio jugaron Gago y Mahamadou Diarra de inicio?", preguntaba atónito. No había visto el partido ni, por lo visto, preguntó por el once. Daba por casi imposible la remontada. Más después de la goleada en el Santo Domingo en el partido de ida.
El lío sobre Ramos recuerda al de 2000, cuando Flavio ignoraba que no había vuelta
"Así es el fútbol", fue la frase más repetida ayer en los corrillos del antepalco del Bernabéu. La segunda, "son cosas muy raras las que les pasan a este equipo con la Copa". Título que se le escapa al Madrid desde 1993. Florentino se pasó el partido tragando saliva. Intentaba que su rostro no se desencajara más de la cuenta. Pero las muecas le delataban. No se había gastado 252 millones de euros para ver a un equipo incapaz de remontar una eliminatoria contra un segunda b. El presidente se creía que lo de Alcorcón había sido un accidente sin más.
Pero anoche se fue de Chamartín con un disgusto parecido al que sufrió en su primer mandato, cuando el Madrid cayó en diciembre de 2000 también frente a un segunda b, el Toledo, por 2-1. Lo peor de aquella noche fueron las palabras de Flavio Conceiçao. "No pasa nada, vamos a remontar en la vuelta", dijo tras la derrota. Aquel año, las eliminatorias eran a partido único. Un despiste similar (en aquel caso, culpa del futbolista) al que ha vivido ahora el club con la no convocatoria de Sergio Ramos al pensar Pellegrini que estaba sancionado. Competición, sin embargo, ni siquiera se había reunido y el futbolista estaba disponible.
Ayer Florentino se abstuvo de entrar en el debate sobre la eliminación, pese a que el club ya ha dejado de aspirar, en noviembre, a ganar un título. "En el Madrid se creen que ganar el triplete es como organizar una barbacoa", dijo Daniel Alves en el Camp Nou tras golear a la Cultural Leonesa. En el día de después hablaron públicamente los capitanes (dos ni habían jugado): Raúl en rueda de prensa; Casillas en un acto y Sergio Ramos en el mismo acto de Florentino. Al presidente blanco debió de parecerle suficiente lo que dijo en una entrevista en Cuatro antes del partido: "No sería un fracaso no ganar ningún título este año". Lo repitió hasta tres veces. "Si el presidente dice eso pues no voy a ser yo quien le lleve la contraria", dijo ayer Casillas. "Lo de Copa ha sido un accidente. Y la culpa la tenemos los jugadores porque el Madrid tiene que tener la capacidad de pasar la eliminatoria contra un equipo inferior", explicó el meta.
A pocos metros de donde se encontraba Casillas, los dirigentes blancos se mostraban también herméticos con el despiste con la sanción de Sergio Ramos. No hubo frases más y menos repetidas sino un embarazoso silencio. El lateral, expulsado contra el Atlético, pudo haber jugado el martes porque Competición no se reunía hasta ayer -y fue sancionado con un partido-. Jorge Valdano, el director general, asegura haber avisado a Pellegrini. Pellegrini asegura que nadie le dijo nada. El caso es que la federación envió un fax el miércoles 4 para comunicar al Madrid que Competición no se iba a reunir hasta ayer. Suele hacerlo los lunes, pero como era festivo en Madrid, cambió de fecha. De ahí que avisara a todos los clubes con un fax. En el Madrid pareció no verlo nadie, ni la dirección deportiva, ni Chendo, el delegado, ni el ex árbitro recién fichado Megía Dávila. "Es cosa del club, no mía. Ni yo lo pregunté ni me dijeron nada. Yo me limito a entrenarme y mirar las convocatorias", comentó Sergio Ramos.
El despiste del Madrid suena igual de esperpéntico que las palabras de Flavio en Toledo.
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