Ocupación por la cultura

Ni el fuego que en febrero destruyó el teatro Princesa de Valencia, ni el solar en el que se ha convertido, han hecho que los vecinos del centro histórico olviden lo que significó ese centro cultural. Varias agrupaciones culturales y una de arquitectos sacaron ayer urnas a la calle para conocer qué es lo que les gustaría a los ciudadanos que se hiciera en la parcela hoy reducida a escombros, con el objetivo de promover la participación ciudadana y democratizar el barrio.

Hoy no queda nada de aquel teatro valenciano de finales del siglo XIX. Sin embargo, los vecinos del barrio de El Carme no se resisten a que quede reducido a un mero solar. Bajo el lema Recuperem el Princesa, reviscolem el barri!, varias asociaciones vecinales, Ca Revolta, Agrupació Sostre y Endavant (OSAN) salieron a la calle para conocer las necesidades de la zona y preguntar a los vecinos qué es lo que les gustaría que el Ayuntamiento hiciera en la parcela (incluida en el plan de actuación integral del barrio). Una vez finalizada la campaña y recogidas las opiniones, los organizadores de la movilización darán parte de los resultados al consistorio valenciano. "Ofrecemos una alternativa para que se tenga en cuenta, aunque lo que estamos haciendo es trabajo del Ayuntamiento", afirmó uno de los convocantes.

"Es una denuncia popular ante el abandono por parte de los propietarios [el solar sigue siendo de propiedad privada], y del Ayuntamiento. Queremos que se nos escuche", afirma el portavoz de la Associació de Veïns de Ciutat Vella, Josep Villarroya.

La jornada de protesta iba a comenzar con una ocupación simbólica del solar -no pudo ser: la noche anterior había sido vallado por la Policía Local- y con la creación de murales. Sin embargo, y como además de la reivindicación el fin era saber de primera mano cuáles son las necesidades reales del barrio, la organización sacó urnas y papeletas a la calle. "Es una jornada de reflexión entre vecinos y profesionales", explicó uno de los miembros de la organización.

La agrupación Sostre, formada por arquitectos valencianos que apuestan por un urbanismo sostenible y social, fue también la encargada de hacer visitas guiadas por el barrio, "para que los vecinos conozcan los problemas que acarrean los solares, tanto higiénicos, porque se convierten en un foco de infecciones, como sociales, ya que dan sensación de abandono", declaró Pau Ginés, técnico de Sostre.

El teatro Princesa, original de finales del siglo XIX, se reabrió en los cincuenta para funcionar hasta 1989. Desde aquel momento permaneció cerrado hasta que, el pasado mes de febrero, las llamas lo engulleron. La falta de acuerdo entre los propietarios del solar y el Ayuntamiento, por motivos económicos, ha sido uno de obstáculos que han impedido que la administración local adquiriera la parcela para darle usos sociales. Además, y según argumentó el Partido Popular, "la expropiación es cara".