¿Pagamos muchos impuestos?

Ni para ti, ni para mí. Se podrían decir el concejal de Hacienda de Madrid, Juan Bravo, y el portavoz socialista, David Lucas, después de discutir durante horas sobre los impuestos municipales. Ni son tan gravosos, ni han subido tan poco.

La capital ocupa el puesto 24 entre las 52 ciudades españolas con más presión fiscal. Barcelona, Sevilla o Valencia, entre otras, gravan más a sus ciudadanos. Los contribuyentes de esos municipios tienen que rascarse más el bolsillo para pagar el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), el de vehículos de tracción mecánica, el impuesto sobre actividades económicas (IAE), el de construcciones, la tasa de vados o la tasa de basuras, según un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Madrid y el Instituto de Estudios Fiscales, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.

Hace seis años la capital ocupaba el lugar 48 en la misma lista

Los habitantes de Barcelona, Valencia o Sevilla hacen frente a más tributos

Lérida, Tarragona y Ciudad Real son los municipios que más gravan a sus ciudadanos. El informe Ranking tributario de los municipios españoles, que se realiza desde el año 2003, revela que Madrid ha subido 24 puestos en los últimos seis años, el periodo que lleva Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de Madrid. En 2003, ocupaba el puesto 48 en la misma clasificación.

Aunque los tipos impositivos que se utilizan para calcular los impuestos han subido cerca de un 13% en seis años (algo más del 2% anual) la cantidad final que pagan los ciudadanos casi se ha duplicado. También se han actualizado los impuestos con el índice de precios al consumo (IPC), una referencia que aplican la casi totalidad de las administraciones y que en los últimos años ha supuesto un alza del 3,5% de media anual. La actualización de nuevos impuestos como la tasa de vado, la revisión catastral del IBI o el establecimiento de una nueva tasa como la de basuras han aumentado el dinero que los madrileños tienen que pagar y ha generado malestar entre los ciudadanos. A pesar de todo, Madrid sigue estando por debajo de la mayoría de las ciudades españolas en cuanto a presión fiscal. Según el informe, un madrileño medio pagaría unos 522 euros a las arcas municipales, por los 639 euros que pagaría un vecino de Barcelona.

El tributo más gravoso es sin duda el IBI. En 2003 un madrileño que tenía un piso de unos 90 metros cuadrados apoquinaba 98,1 euros por este tributo. Seis años más tarde paga 261,8 euros. Mientras el tipo impositivo ha pasado del 0,51% al 0,58% del valor catastral, el recibo que pagan los ciudadanos casi se ha triplicado (un 167% más). Esto se debe a la revisión catastral que el Ministerio de Hacienda obliga a realizar cada 10 años a cada Ayuntamiento. De esta forma, el valor de los pisos no queda desfasado.

El socialista David Lucas critica que el Ayuntamiento no rebaje el tipo impositivo para aliviar la carga y alerta de que cada año sube el recibo. Lo mismo que ocurre en casi todas las ciudades españolas, obligadas a actualizar el valor catastral. IU, por su parte, aboga por una distribución más equitativa de los impuestos. Para que se pague más en función del valor de los pisos.

Otra de las críticas que reciben los responsables de la Hacienda municipal es la fuerte subida en la tasa de vados desde 2006. Ese año el Ayuntamiento modificó el sistema para calcular la cuantía. El nuevo modelo, que considera la superficie del vado, multiplica la cuantía que los ciudadanos tienen que pagar. Aun así, el recibo está por debajo del de muchas otras ciudades. Los ingresos municipales por este concepto se han triplicado en los últimos cuatro años. El Ayuntamiento, además de engordar el recibo, ha aflorado más de 10.000 vados que eran ilegales.

Respecto al impuesto de circulación, la capital ocupa el puesto 16 de las 52 capitales. El Consistorio madrileño elevó en 2004 las tarifas un 10% de media para hacerlo más progresivo. Pagan más los coches más caros.

El impuesto de plusvalía y el de construcciones, instalaciones y obras (ICIO) se han mantenido constantes desde 2004. Pero la revisión catastral de los inmuebles realizada en 2002 ha elevado la base imponible para su cálculo.

En total el Ayuntamiento de Madrid prevé ingresar por todos estos impuestos unos 1.650 millones de euros durante este ejercicio, lo que supone un incremento del 81% respecto a 2003, cuando llegó Gallardón. La crítica de la oposición (PSOE e IU) coincide más en el despilfarro del equipo de gobierno (PP) que ha multiplicado la deuda municipal que en la gestión tributaria.