"El Madrid juega sin autoridad"
Radomir Antic (Zitiste, Serbia; 1948) lleva 24 años entrenando con sólo cuatro de abstinencia, los cuatro antes de hacerse cargo de la selección de Serbia, en 2008, a la que clasificó para el Mundial de Suráfrica 2010 en un grupo en el que superó a Francia.
Pregunta. ¿Cuáles han sido las claves de la clasificación?
Respuesta. Hemos recuperado el ego de los serbios: cada jugador se sentía arropado por una idea.
P. ¿Qué idea?
R. Crear un fútbol en el que tuviera protagonismo el balón y su posición. Con sus movimientos, los jugadores ofrecen opciones de jugar. Casi todos han marcado algún gol. Nada ha sido impuesto, sino acordado. Ha habido una comunicación en doble sentido. Hemos trabajado para mejorar nuestras virtudes, porque las lágrimas no solucionan nada. Cuando llegué, casi la mitad de los convocados no jugaba en sus equipos. Ahora son estrellas que quieren los grandes clubes.
"Es lamentable no ganar a un Milan que no se mueve. Hay muchas carencias"
"El Barça tiene un estilo que irá a más. El Atlético recibe muchos goles"
"Con la selección hemos recuperado el ego de los serbios y la alegría"
P. ¿Cuáles son esas virtudes?
R. Hemos marcado más de la mitad de los goles en jugadas de estrategia y no hemos recibido ninguno. Sabemos dónde queremos jugar: lo más lejos posible de nuestra portería, juntando las líneas y reduciendo el número de toques en la zona de creación: antes de coger el balón, saber dónde le vamos a dar salida. Hemos hecho 70 entrenamientos y 70 vídeoconferencias.
P. Con Zigic, la estrategia es más fácil.
R. No es sólo Zigic, que es muy útil en el ataque y en la defensa en la estrategia, pero que también tiene un altísimo nivel técnico. Están Ivanovic, del Chelsea, y, para meter los centros, Milijas, que debutó con nosotros, y la pareja de extremos de moda: Jovanovic y Krasic. O Stankovic. Tenemos de todos los perfiles.
P. ¿Qué herencia encontró?
R. Había desconfianza de la gente con los jugadores y las gradas vacías. Del mismo valor que la clasificación ha sido ver cómo la gente vuelve a llenar los estadios. Y el ambiente.
P. ¿Se ha inflamado el patriotismo?
R. Somos un país patriótico, ocho millones de personas, que se clasifica por primera vez en 80 años en solitario [a Alemania 2006 fue con Montenegro]. Pero no he hecho ninguna comparación con ningún otro. Mis exigencias pasan por las virtudes de los jugadores.
P. ¿Tiene el fútbol serbio unas características distintas de las de los otros países que formaron la antigua Yugoslavia?
R. El fútbol serbio necesitaba recuperar la alegría. No soy esclavo de un sistema fijo, pero tengo en cuenta qué representa cada equipo o selección a la que entreno. Por orgullo y mentalidad, el fútbol serbio nunca va a ser inferior a ninguno. Luchamos por ser reconocidos.
P. ¿Con qué estilo?
R. España ha sido campeona de Europa a través del balón. El Barça ha ganado la Champions por la posición del balón. Es una tendencia que sólo los tontos no quieren reconocer. Me gusta y hemos ganado mucho en este aspecto. En el pase del balón, en el movimiento, en evitar los centros verticales... El jugador serbio siempre ha sido muy técnico, pero una técnica estática, de muchos toques. Queremos cambiarlo a un juego fluido, con jugadores que se muevan por delante del balón, con otros que salgan desde atrás con la pelota...
P. ¿Dónde se sitúa políticamente?
R. Me gusta disfrutar de la vida y aprender de mucha gente.
P. ¿Cómo resiste tantos años?
R. Aparte de ser mi profesión, me encanta entrenar. Casi todos los jugadores que han pasado por mí han mejorado sus estadísticas en su carrera deportiva. Hay que actualizarse. No utilizar Internet a estas alturas sería un pecado. Hay que plantearse el porqué y el cómo. Cuando me nombraron seleccionador, me fui a Alemania para incorporar el programa Amisco para aumentar los recursos de cada jugador.
P. ¿Va Serbia a por todas?
R. El último que voy a dudar de nuestras posibilidades soy yo, pero tampoco voy a lanzar las campanas al vuelo y aumentar la presión sobre los jugadores.
P. ¿Qué le pasó a Francia?
R. Francia tiene grandes jugadores, pero, entre los jóvenes y los veteranos, hay privilegios para los veteranos, que juegan más.
P. ¿Cómo ve el Mundial?
R. Será atípico. Fui hace poco y observé que habrá ciudades como Pretoria en las que se jugará a 1.400 metros. Habrá distintas altitudes en las distintas sedes. Es importante dónde y cómo haces la preparación.
P. ¿Podrá Vicente del Bosque estar al nivel de Luis Aragonés?
R. Sin ninguna duda. Si viene de 10 victorias consecutivas... A España le sobra algo, delanteros, con siete u ocho que marcan diferencias, que a los demás les falta.
P. Hábleme de los favoritos.
R. Hasta el 4 de diciembre, día del sorteo, no sirve de nada opinar.
P. Repasemos a algunos de sus ex equipos. ¿El Atlético?
R. Después de una gran pretemporada, se empezó a decir que faltaban jugadores tras perder ante el Málaga. Pero han repescado a Reyes, Jurado, Cléber... Está recibiendo muchos goles, defendiéndose en el área pequeña de las faltas en contra en vez de al borde del área como hacemos nosotros. Son muchos detalles.
P. ¿El Madrid?
R. El fallo no se perdona por las expectativas de los fichajes. El Madrid carece de autoridad en su fútbol. No sabe de qué manera ni dónde se va a jugar. Es lamentable no ganar a un Milan que no se mueve. No hay simbiosis con el público y los resultados tapan muchas carencias.
P. ¿Y el Barça?
R. Estuve en un torneo de cadetes en Canillas [en Madrid], en el que jugaban el Madrid y el Barça, y me encantó la apuesta del Barça. No solamente por el fútbol, sino también por la cultura deportiva exquisita. El Barça tiene un estilo propio que va a ir a más.
P. Entre la gente joven ha hecho furor una manera suya de despedirse: "Un brattzzo".
R. En mi país saludamos con las manos, no con abrazos. Para mí, es más importante qué digo y no la forma de decirlo. Soy más visual que lector porque mis libros no pasaron bien por la historia: soy de la generación que estudió el marxismo y, después, llegó la caída del muro y el mundo fue ya por otros derroteros.
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