Nadie sale contento de El Sardinero
El Racing, abroncado, rescata un punto en el último suspiro, el único que ha logrado en casa
Osasuna comprobó ayer que el fútbol es territorio de imprevistos. Se adelantó cuando menos sospechaba y perdió dos puntos cuando su rival tenía su peor aspecto. No obstante, el gol de Arana no esclarece el panorama del Racing, que acumula un punto en cuatro encuentros en casa.
Al Racing se le nota cada vez más confuso en El Sardinero. Ayer, Mandiá introdujo por vez primera a Luis García en la alineación titular, pero el caso es que el Racing no termina de sentirse cómodo. Funciona a impulsos, sobre todo de Tchité y Serrano. El africano tiene tendencia a abrir las bandas, lo que libera de pesadez el juego. Un disparo suyo que repelió Ricardo fue la mejor oportunidad de la primera parte. Osasuna sólo dispuso de una ocasión hasta el descanso: un remate alto de Flaño dentro del área.
RACING 1 - OSASUNA 1
Racing: Toño; Crespo, Henrique, Torrejón, Christian; Colsa, Lacen, Serrano, Luis García (Geijo, m. 57); Munitis (Arana, m. 72) y Tchité (Xisco, m. 72). No utilizados: Coltorti; Pinillos, Moratón y Canales.
Osasuna: Ricardo, Azpilicueta, Miguel Flaño, Josetxo, Monreal; Puñal, Nekounam, Camuñas (Oier, m. 84), Juanfran (Masoud, m. 66): Aranda (Galán, m. 76) y Pandiani. No utilizados: Roberto; Vadocz, Sergio y Ruper.
Goles: 0-1. M. 51. Pandiani. 1-1. M. 94. Arana.
Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Serrano, Monreal, Josetxo, Puñal y Juanfran.
16.154 espectadores en El Sardinero. Un minuto de silencio por López Alonso, ex presidente del Racing, y Arsuaga, ex jugador.
A los de Camacho les bastó con dar un ritmo más bien soso al partido y acercarse alguna vez con mala idea a Toño. Pandiani y Aranda son de esos delanteros a los que no les importan los malos balones: ellos los transforman en una ocasión. Así apareció el gol de Pandiani. Aranda huyó de la frágil marca de Henrique y cedió el tanto a su compañero, que sólo empujó la pelota. El uruguayo suma seis goles.
Al Racing se le hizo de noche. Mandiá reemplazó a sus delanteros. A más prisas, menos ideas. Osasuna se pertrechó bien en la defensa. El Sardinero se puso nervioso y empezó a recriminar a su equipo, que se iba desvaneciendo. Meter la pelota al área no parecía servir para nada. Y en ésas estaba el partido, el Racing a la deriva y el Osasuna agazapado, cuando a Arana le cayó un balón suelto que convirtió en el empate. El Racing no se libró de la bronca.
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