Puyol, por principios

Carles Puyol decidió la noche del pasado jueves aceptar la oferta que le planteó Joan Laporta, presidente del Barça, para renovar su contrato hasta 2013. El capitán podía escoger y lo hizo: renovó, por principios. En 1995 bajó de La Pobla de Segur, su pueblo, pasó una prueba durante tres días en un campo de tierra y mostró tantas ganas de quedarse que terminó por hacerlo. Llegó a los 17 años y en el Barcelona cumplirá los 35. Puyol seguirá hasta que diga basta. Por lo pronto, lesionado Alves ante el Zaragoza, mañana se le espera en el lateral derecho. Ya lo profetizó el técnico, Pep Guardiola: "Si tiene dudas sobre seguir o no, que se las vaya quitando. Seguirá y jugará donde yo le pida. Y como siempre, jugará bien".

En diez años como jugador del primer equipo, ha disputado 451 partidos

Al inicio del curso, en su último año de contrato, Puyol dudaba entre conocer nuevas culturas deportivas -léase jugar en Italia o en Inglaterra- o convertir al Barcelona en principio y final del sueño. No parecía tener claro el capitán si era más importante ser necesario o ser titular. Le han bastado dos meses para convencerse de que seguirá jugando donde siempre quiso hacerlo, en el club en el que hace tiempo dejó de ser uno más. Lleva 10 años recién cumplidos en el primer equipo azulgrana, donde vivió cinco años sin ganar un título con el mismo orgullo que ha levantado dos Copas de Europa, circunstancia por sí sola que le hace especial. Puyol ha jugado como pocos -lleva 451 partidos- y como nadie. Por algo ayer Txiki Begiristain, director deportivo del Barça, le señaló como "un referente para el barcelonismo" al comentar la renovación del capitán.

Laporta pactó el jueves por la noche con Puyol y ayer, antes de las diez, al llegar a la ciudad deportiva, el capitán habló con Guardiola. Poco después, sobre el campo número 1 de la Ciutat Esportiva, justo antes de empezar el entrenamiento, el técnico le dio la noticia al grupo. Hubo aplausos y felicitaciones por doquier. "Es el alma del vestuario", convino Xavi, protagonista involuntario de la noticia al comparecer en la rueda de prensa justo minutos después de que conocerse el acuerdo. "Es la mejor noticia que hemos tenido en toda la semana", dijo Xavi, ilusionado al saber que llegó con Puyol al Camp Nou y que, según todo indica, se irán de la mano.

Heredero natural de zagueros que honraron la capitanía, de Segarra a Alexanco, el acuerdo de la prolongación de su contrato coincidió con la efemérides de La Masia de Can Planes, que desde hace 30 años, en tanto que residencia para el fútbol base, ha funcionado como icono de la cantera.

También lo es Xavi Hernández, volante azulgrana, segundo capitán del Barcelona, 80 veces internacional, tres veces campeón de Europa y esencia pura de una manera de entender el fútbol. Mosqueado porque lleva dos encuentros sin ganar, ayer le tocaron los higadillos. "¿Le molesta que desde Madrid se diga que el Barça está acabando un ciclo?", le preguntaron. "¿Quién ha dicho eso?", respondió con insistencia el jugador. "A ver, ¿quién ha dicho eso?". Y tomó la iniciativa. "Eso son tonterías como una casa", señaló; "bobadas". "Perdimos contra el Rubin y fue injusto. Punto. Un partido de 13. Basta de bobadas". Que el Barça sólo haya marcado dos goles en los últimos tres encuentros no le preocupa. "Quizá no estemos tan certeros como habitualmente, pero nada más. No le puede faltar gol a un equipo que es prácticamente el mismo del año pasado. Y el año pasado batimos récords en todo el mundo", defendió. Prefiere pensar en el Zaragoza, rival mañana en el Camp Nou. "En un equipo imprevisible, competitivo, muy físico, aguerrido", analizó el medio sobre el encuentro.

A Laporta, mientras tanto, le queda solucionar la continuidad de Márquez, que termina contrato este curso, y dejar resuelto el tema Iniesta, que firmará hasta el 2016. La suya, como la de Puyi, será otra vida en azulgrana.