Ryazanov, bronce en los mundiales de gimnasia
La gimnasia rusa lleva años mustia. Tras décadas de dominio casi absoluto, la desintegración de la Unión Soviética amenazó uno de los programas deportivos más laureados, infalibles y prestigiosos de la historia. En lo que va de siglo, y con la honrosa excepción del oro de Alexei Nemov en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, ninguno de sus componentes había logrado ninguna medalla mundial en el concurso general, el que premia al mejor gimnasta. Hasta el viernes. El encargado de romper el maleficio fue Yuri Ryazanov, que arañó en el último momento el bronce.
Ryazanov murió ayer a los 22 años, un día después de llegar de Londres, cuando conducía desde el centro nacional de gimnasia, cercano a Moscú, a su casa en Vladimir para descansar. Su coche invadió el carril contrario y chocó de frente con otro vehículo, cuyos dos ocupantes resultaron heridos.
El bronce mundialista fue el mejor resultado de este joven gimnasta de aspecto aniñado y ojos claros, que se estrenó internacionalmente en 2006 con un oro europeo por equipos y que era el actual campeón de Rusia. Este año, como el pasado, se proclamó también tercero de Europa. También formó parte del equipo ruso en los Juegos de Pekín.
"Es una noticia trágica para la gimnasia rusa. Era uno de los jóvenes con más talento y podría haber conseguido grandes cosas para nuestro deporte", afirmó Natalia Kalugina, portavoz de la federación rusa a la agencia Reuters. El impacto es mayor porque era un gimnasta experimentado pero aún joven y porque muchos habían puesto en él las esperanzas para reconstruir un programa, el ruso, ansioso por recuperar glorias pasadas.
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