Un hotel del XIX para una Cámara del siglo XXI

Alicante recupera uno de sus edificios emblemáticos, y no anda muy sobrada de ellos. Tras años de abandono y al borde de la ruina, el antiguo hotel Palas fue adquirido en 2000 por la Cámara de Comercio. Nueve años y 22 millones de euros después, y tras un viacrucis de retrasos debido entre otros motivos a las catas arqueológicas ordenadas por la Consejería de Cultura, el edificio recobra su antiguo esplendor. Un inmueble del siglo XIX por fuera y del XXI por dentro, destacaba ayer orgulloso el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela. "A veces me pregunto por qué en esta ciudad hacer cosas serias cuesta tanto", espetó el veterano dirigente.

La nueva sede cameral, frente al puerto y la playa del Postiguet, empezó su rehabilitación hace cinco años y se inaugurará mañana. El edificio cuenta con 8.000 metros cuadrados (distribuidos en planta baja, dos pisos y el ático) más el sótano. Y el antiguo patio interior del Palas se ha agrandado creando un espacio diáfano cubierto con lucernario, proyectado como un distribuidor y en el que el arquitecto, Juan Antonio García Solera, aseguró haber tenido en cuenta los equinoccios y los solsticios para aprovechar la luz al máximo.

La antigua casa palacio de los condes de Soto Ameno estuvo ocupada parcialmente en el siglo XVII por un almacén portuario y desde finales del XIX fue el hotel Iborra o Palas, por citar algunos de sus nombres. Valenzuela recordó que el edificio estaba llamado "a la piqueta" y valoró que con su rehabilitación se entrega el inmueble a la propiedad pública y por tanto "es propiedad de todos los empresarios y de todos los alicantinos de toda la provincia, un regalo para la ciudad".

La rehabilitación ha tenido un sobrecoste del 20%, lo que supone cuatro millones más, consecuencia del retraso sufrido. La obra la han financiado al 50% la Generalitat y la propia Cámara de Comercio.