Las claves del interrogatorio
Éstas son las principales cuestiones sobre las que versó el interrogatorio.
- Billetes de 500 euros. Los dos acusados declararon que el dinero extraído en billetes de 500 euros no se lo han quedado ellos, sino que sirvió para pagar en dinero negro a las orquestas que actuaban en el Palau. Sin embargo, en la documentación intervenida por los Mossos d'Esquadra tras el registro del 23 de julio no se ha encontrado ningún escrito que relacione esos pagos. Cuando fue preguntado por este extremo, Millet explicó que de estos asuntos se ocupaba Montull, que era el director administrativo del Orfeó. Éste, a su vez, dijo que no lo apuntó porque se fiaba de su memoria.
- Facturas falsas. Montull explica en su carta inculpatoria que cuando Hacienda investigó en febrero de 2008 las cuentas del Orfeó requirió a la entidad que justificara algunos gastos. Por eso reclamó de las empresas que habían rehabilitado la casa de Millet o que habían hechos obras para el Palau que girasen esas facturas por trabajos inexistentes. Después se las entregó a su hija Gemma y al abogado de la Fundación Orfeó para que las llevaran a Hacienda, pero sin advertirles de la falsedad. Sin embargo, Millet culpó ayer de la falsedad de las facturas a Raimon Bergós, el responsable del despacho de abogados que asesoraba al Palau y secretario de la Fundación Orfeó, que acabó dimitiendo.
- Bonus millonarios. Millet también confesó que estuvo varios años cobrando más de un millón anual en concepto de bonus, al amparo de una previsión que figura en el acta fundacional de la entidad. En realidad, esa anotación como tal no existe, sino que fue incorporada al registrar los estatutos en la Generalitat. En cualquier caso, Millet aclaró que hasta 2008 cobró en dinero negro, que ese año se incorporó a la nómina ese concepto y que en 2009 lo percibió a través de sociedades pantalla.
- Gemma Montull. La querella de la fiscalía se dirige también contra Gemma Montull, hija del acusado, y contra los ex tesoreros del Orfeó Pau Duran y Enric Álvarez. El juez no se ha pronunciado todavía sobre ellos con el argumento de que no han confesado. Con todo, Jordi Montull aprovechó ayer su declaración para exculpar a su hija, de la que dijo que era una administrativa, a pesar de que tuviera capacidad de decisión. Esta mujer intentó esconder un lápiz de memoria el día que los Mossos registraron el Palau. Contenía información que desvelaba el supuesto desvío de otros 1,7 millones de euros a través de empresas pantalla propiedad de su padre o de Millet. También contenía información sobre la venta de un local al Orfeó por tres millones de euros, a través de una empresa de Millet y Montull. El inmueble estaba tasado en la mitad, aunque al final no se materializó la venta, al ser descubierta por los nuevos gestores del Palau.
- Las esposas. Millet y Montull también exculparon de cualquier responsabilidad a sus esposas. En el sumario consta que ambas figuran como administradoras de sociedades pantalla, que sirvieron para facturar otros 663.301 euros al Palau por estudios de dudosa utilidad, por ejemplo sobre el impacto de la celebración del centenario del Palau en las instituciones catalanas.
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