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Crónica:Séptima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Málaga se hunde en el pozo

El Almería se impone a un rival inoperante, sin pegada ni brújula

El Málaga sigue inmerso en el letargo esta temporada. Colgado en puestos de descenso, recibió ayer al Almería con la urgencia de la victoria tras un inicio liguero escaso en goles, juego y resultados y sin conocer la victoria desde la primera jornada. Y no pudo. Cayó ante el equipo de Hugo Sánchez, que solventó las descabezadas acometidas del conjunto de Muñiz, faltas en su mayoría de sentido y claridad.

Cada jornada que pasa es más evidente que al equipo de Muñiz le falta pegada y sobre todo una brújula. Ayer dominó el encuentro de principio a fin, tuvo la pelota y trató de buscar la portería contraria. Pero, por mucho que lo intente, es un lugar al que no llega con claridad ni por asomo a pesar de colgar infinidad de balones al área. El Málaga se basó en las bandas, pero de tal manera que nadie era capaz de colocar una pelota con opciones de que otro la rematara. Difícil ecuación.

MÁLAGA 1 - ALMERÍA 2

Málaga: Munúa; J. Gámez, Cuadrado (Baha, m. 46), Weligton, M. Torres; Valdo (Luque, m. 46), X. Torres (Forestieri, m. 61), Juanito, Duda; Benachour y Edinho. No utilizados: Arnau; Ramos, Mtiliga y M. Gaspar.

Almería: D. Alves; Michel, Acasiete, Chico, Cisma; J. M. Ortiz (J. Ortiz, m. 86), Bernardello, M'Bami, Crusat, Soriano (Uche, m. 75); Piatti (Pellerano, m. 77). No utilizados: Esteban; Guilherme, Nieto y Corona.

Goles: 0-1. M. 39. Cisma. 0-2. M. 40. Soriano. 1-2. M. 68: Edinho.

Árbitro: Mejuto González (igualó el récord de 248 partidos en Primera de Daniel María Zariquiegui). Mostró la cartulina amarilla a Duda, Cuadrado, M. Torres, Weligton, M'Bami, Bernardello y Acasiete.

Unos 22.000 espectadores en La Rosaleda.

Sin otro recurso de su oponente, al Almería le bastó con estar sereno atrás, contener las arremetidas del Málaga y que algunos de sus hombres de arriba engancharan el balón con espacios por delante. Lo hicieron Crusat y Piatti. El primero fue infalible en sus galopadas. Cada vez que entraba en juego se oía el runrún en la grada y temblaban los centrales. Una y otra vez hasta que provocó la falta que Cisma clavó en la escuadra. Y el punta argentino incordió a la zaga local y encontró en Cuadrado a un aliado. El central se complicó en la salida, la perdió y Piati sólo tuvo que ceder a Soriano para poner el 0-2 en el marcador. Dos goles en dos minutos.

En la segunda parte, Muñiz sacó toda la artillería del banquillo. Posibilidades hubo, pero también ansiedad por llegar a puerta y escasez de sensatez en la creación. Llegó el gol de Edinho por empuje más que por cabeza en una propuesta que se basó en Luque colgándola desde la izquierda.

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