El 'tarifazo' no llegará al taxi
El alcalde asegura que el aumento será similar al del IPC
Los taxistas padecen la crisis, pero como cualquier hijo de vecino, según apreciación del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que aseguró que cualquier subida en las tarifas de los taxis que operan en la capital, tras la propuesta realizada por las principales asociaciones del sector, "se moverán en el entorno del índice de precios al consumo (IPC)" porque "cualquier variación lejos [de ese dato] no estaría justificada en un momento de dificultades económicas para los madrileños".
Las asociaciones gremiales piden un incremento en las tarifas para el año que viene cercano al 4%. Un porcentaje muy superior al del IPC actual, que ronda el estancamiento, si no la tasa negativa.
"La variación no estaría justificada en un momento difícil", dice Gallardón
No es la única petición de los taxistas madrileños. Entre otras cosas, el gremio podría sugerir cobrar un euro por cada maleta que tengan que transportar, ampliar el horario nocturno o considerar los sábados desde las tres de la tarde como si fueran festivos. También defiende la implantación de una tarifa mínima para los viajes que salgan del aero-puerto de Madrid a distritos cercanos (Hortaleza, Barajas o el barrio de Canillejas) y, asimismo, para los movimientos entre terminales. Por ejemplo, si un viajero necesita desplazarse de la T-1 a la T-4 tendría que pagar de 20 a 25 euros (aún no se ha concretado una cifra exacta).
La segunda asociación del sector, la Federación del Taxi, considera que es una petición "negociable". Están dispuestos a renunciar a este fijo mínimo si el Ayuntamiento de la capital aprueba compensar las esperas en el aeropuerto de Barajas con un aumento de los suplementos o del precio que se cobra por el kilometraje. "En los momentos económicos en que nos encontramos soy plenamente consciente de que hay muchas necesidades y preocupaciones en muchos sectores, pero tenemos que pensar claramente en los ciudadanos y, sin perjuicio de ajustes técnicos de tarifas que se pueden producir y que no significarán variaciones en el coste total del servicio, tenemos que movernos en el entorno del IPC", insistió el regidor zanjando el debate.
En cualquier caso, aseguró que todos estos "ajustes" se están estudiando y se negociarán con el sector con el objetivo de "mejorar el servicio", pero insistió en que no deberán tener "incidencia en el precio" porque no estaría justificado "en momentos de dificultades económicas para muchos madrileños".
Finalmente, el primer edil subrayó que desde el Consistorio se mantiene "el más intenso de los diálogos" con las asociaciones del sector, para que "determinadas medidas que mejoren el servicio puedan ser implementadas en momentos económicos más favorables".
La última subida fue en diciembre
La subida de tarifas en los taxis y, en general, en los transportes públicos, tiene una particular querencia por el mes de diciembre. El año pasado, por ejemplo, la media del incremento fue del 6,05% en Madrid. Subió la bajada de bandera diurna, la de los fines de semana y los festivos, los suplementos por estaciones y el de aeropuerto, que se incrementó en 25 céntimos y quedó fijado en 5,5 euros.
Un año antes, en diciembre de 2007, también subieron todas las tarifas. Pero entonces el incremento estrella fue el de los viernes por la noche, que aumentó 1,10 euros. El argumento esgrimido fue que así podrían circular más coches esa noche. Pero ya advirtieron las asociaciones gremiales que no se obtendría ese resultado. El caso es que dos años después, encontrar un taxi libre un viernes por la noche es una tarea igual de difícil.
Al margen de la batalla tarifaria, el nuevo caballo de batalla en el sector es la lucha contra el transporte pirata.
Los taxistas, que colapsaron el aeropuerto a principios de este mes, reclaman al Ayuntamiento de Madrid que aumente los controles contra conductores sin licencia que "usurpan y roban los clientes", en palabras de un portavoz de una de las asociaciones mayoritarias del sector. Además, creen que las administraciones no vigilan lo suficiente.
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