La corrupción llega al teatro de la mano de Oscar Wilde

Un brillante político, felizmente casado y perteneciente a la clase dominante, ve peligrar su estabilidad cuando se le chantajea con desvelar un secreto del pasado que es el origen de la fortuna familiar y de su carrera política. Política, corrupción, juego sucio, tráfico de influencias, estafas, infidelidades... No se trata de una de las informaciones que aparecen a diario en los medios de comunicación. Es la trama de Un marido ideal, una de las obras menos representadas y más críticas salidas de la pluma del escritor irlandés Oscar Wilde, que inaugura mañana la segunda temporada del teatro Goya de Barcelona.

"Los medios de comunicación y los políticos se han compinchado para hacernos publicidad", bromea el director teatral Josep Maria Mestres, que ha trasladado a la actualidad el mundo victoriano que le tocó vivir a Wilde "gracias al trabajo de cirugía muy fina para no perder el diálogo y la fina socarronería del autor". "En realidad lo que demuestra es que Wilde es un autor contemporáneo muy bueno", puntualiza.

Según Josep Maria Pou, director artístico del Goya desde que reabrió, en octubre de 2008, "todos estos personajes de la alta sociedad que describe Wilde existen ahora. Son los que se reúnen en el Liceo, en el Círculo Ecuestre, en el Palau de la Música o toman el aperitivo en el bar Sándor de Francesc Macià".

Los actores que dan vida a los siete personajes creados por Wilde -Abel Folk, Joel Joan, Sílvia Bel, Mercè Pons, Anna Ycobalzeta, Camilo García y Carmen Balagué- empiezan mañana una semana de funciones previas que terminarán el próximo día 26 con el estreno absoluto.

Con esta obra, el teatro Goya da comienzo a su segunda temporada, en la que pretende repetir las cifras de la primera: 150.000 espectadores y un 85% de ocupación de media. "Con Els nois d'història y La vida por delante [las dos obras programadas en la primera temporada] hicimos una declaración de principios: hacer grandes piezas del teatro del siglo XX algo olvidadas y textos modernos", afirma Pou.

Para la obra de Wilde ya se han vendido 10.000 entradas y el montaje permanecerá en escena "hasta que el público lo decida", según Pou. Después se ha programado la última obra de Yasmina Reza, Un dios salvaje, en la versión de Tamzin Townsend, que ya la estrenó en Madrid, pero aquí será en catalán y con nuevos actores.