Cada pirata cobró 1.700 euros por secuestrar el 'Alakrana'
Navegaron durante 19 días hasta que dieron con el atunero vasco
El botín que pudieran lograr en sus abordajes y extorsiones no era su único incentivo. Los dos piratas detenidos que participaron en el secuestro del Alakrana -que dura ya 12 días- recibieron 2.500 dólares (unos 1.700 euros) de su organización por dar el golpe. Es uno de los detalles recogidos en el auto por el que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón (en sustitución de su compañero Santiago Pedraz) confirmó ayer la prisión incondicional para los dos asaltantes arrestados cuando volvían a tierra a bordo de un esquife del pesquero.
El dinero que los detenidos confesaron haber recibido en sus declaraciones ante los militares españoles que los detuvieron y ante el juez Garzón, se antoja irrisorio si se tiene en cuenta el servicio que prestaron a cambio a la organización criminal -Burcad Badeed, los que roban en el mar- a la que pertenecían. La dirección de ese grupo, fundado hace más de 20 años, la encabezan un jefe supremo conocido como Ilyas, un subjefe llamado Cabdulkhadir y otros 10 miembros procedentes de la localidad somalí de Marka.
Cabdiweli Cabdullahi, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Haji, Adji Haman, y el resto de sus compañeros partieron en dos lanchas del puerto de Giboora. Esas barcas fueron remolcadas por un esquife durante 19 días hasta el Alakrana. Entre el armamento que manejaban, según el relato del juez, había, al menos, un fusil de asalto Kaláshnikov, tres bazocas y varias pistolas. Para orientarse en alta mar llevaban un aparato de posicionamiento por satélite (GPS) y un aparato de radio.
Garzón tomó declaración a Raageggesey Hassan, de 31 años -del que los investigadores sospechan que era el líder del grupo-, en el hospital Gregorio Marañón, donde se encuentra ingresado tras recibir un disparo superficial en la parte superior izquierda del tórax durante su detención. Éste negó que hubiera participado en el secuestro. Al segundo, Cabdullahi, hubo que hacerle previamente una prueba oseométrica en el hospital al haber alegado que era menor de edad. Pero una radiografía de la muñeca certificó que tenía 19 años. El juez les imputa 36 detenciones ilegales, asociación ilícita y robo con violencia.
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