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Sitges pasea a los zombies en la pantalla y en la calle

El festival de cine fantástico llena las calles de 'muertos vivientes'

Toni García

Los muertos vivientes fueron ayer el plato fuerte del día en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. El entrante de lujo lo puso Zombieland, de Ruben Fleischer, un divertidísimo, delirante cruce de géneros con el sello de los ochenta y profusión de chistes cinéfilos que será capaz de saltar la barrera generacional y vender su gamberrismo a públicos de todas las edades. La película se estrenó la semana pasada en Estados Unidos, donde se colocó número uno en taquilla, y es muy probable que haga lo propio en España, adonde llegará el 25 de diciembre.

Acompañaron a Zombieland en Sitges varios integrantes de su reparto, entre ellos Abigail Breslin (la niña de Pequeña Miss Sunshine) y el cada vez más en boga Jesse Eisenberg (que dará vida a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, en la película de David Fincher The social network). En Sitges, Eisenberg aseguró: "Mi única regla como actor es no aceptar películas simplemente por factores económicos, porque antes o después te acaban pasando factura".

'Zombiewalk' atrajo a centenares de 'fans' maquillados para la ocasión
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El actor, que en el filme de Ruben Fleischer da vida a un tipo raro y solitario que intenta huir de la epidemia zombi a su manera, confesaba ayer que no las tenía todas consigo cuando aceptó interpretar Zombieland: "Cada día iba al plató y pensaba: 'Dios mío, esto es un desastre'. No me divertí en absoluto y creo que todos pensábamos lo mismo: que aquello no funcionaba en absoluto... Después de haber visto la película seis veces, puedo afirmar que estoy gratamente sorprendido".

Para la joven actriz Abigail Breslin, la experiencia resultó ser completamente diferente: "Lo único que me dan los zombies es asco. Nada de miedo, sólo asco. Especialmente cuando en el rodaje llegaba la hora de comer y me los encontraba en la mesa [risas]".

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A mediodía seguía el menú en el festival con La horde, el claustrofóbico filme francés con policías y ladrones huyendo de un ejército de seres putrefactos. La película, resuelta a golpe de referentes (del cine negro al thriller, pasando por el drama), se convirtió en el complemento perfecto a Zombieland.

La otra gran cita del día fue la Zombiewalk, un paseo de zombies por las calles de la localidad que el año pasado ya congregó a más de un millar de muertos vivientes y que en esta ocasión, y pese a la crisis, atrajo de nuevo a centenares de fans, todos ellos maquillados para la ocasión y dispuestos a darlo todo por la causa. Naturalmente, los encargados de dar la salida al evento, uno de los más originales de los muchos que se producen en este festival, fueron el director y los intérpretes de Zombieland. Ya se sabe, un día es un día: hasta para un zombi.

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