Valdano pide paciencia; Marcelo, disculpas
El director general sostiene que el Madrid "no es un álbum de cromos"
Dice Jorge Valdano que los más de 250 millones de euros que el Madrid se ha gastado este verano en reforzarse hay que mirarlos "en términos humanos". O, para que se entienda mejor, que un desembolso tan grande -el mayor de la historia del club- no significa una respuesta automática en el césped. "Todos pretenden que esto funcione de inmediato. Pero es que esto no es un álbum de cromos. Existen las dinámicas de juego, los rivales... No sabemos cuáles son los tiempos para que el equipo funcione como un colectivo y tenga su identidad. Ahora hay que armar conexiones, tener paciencia y respetar los tiempos naturales del fútbol", explicó el director general del Madrid en el Foro Ferrándiz-AS recordando que nadie hace un año habría apostado por la continuidad de Manolo Jiménez al frente del Sevilla. "Ahora sí se parece a él y tiene una identidad... Pero ha tardado un año en conseguirla", añadió.
"El 'mister' hará algunas cosas para que no ocurra lo de Sevilla", dice el defensa
El conjunto de Jiménez ha sido precisamente el primer rival de peso al que se ha enfrentado el Madrid. No sólo le derrotó, sino que dejó en evidencia algunas carencias del equipo: la incapacidad de Marcelo de hacer frente a un extremo como Jesús Navas y la pasividad de Manuel Pellegrini, el técnico, a la hora de ajustar los problemas. Ni siquiera tras ver el destrozo que sufría su cuadro por las bandas.
"Me despisté, lo reconozco", admitió ayer Marcelo en una entrevista en la cadena SER y después de que Roberto Carlos se ofreciera a volver a Chamartín y a jugar gratis. "El partido fue por mi lado. Tenía a dos y es mucho más difícil que marcar sólo a un jugador. Fue un partido muy distinto al que estábamos acostumbrados", explicó el joven lateral brasileño, quien, preguntado por si Pellegrini no dio ninguna indicación al equipo para intentar frenar el desborde del Sevilla, contestó: "El mister va a hacer algunas cosas para que no vuelvan a pasar estos tipos de jugadas, tanto en mi banda como en la de Sergio [Ramos]". Es decir, a tenor de las palabras de Marcelo, durante el encuentro no sólo no hubo cambios, sino que tampoco ninguna indicación. Y el brasileño tampoco pidió ayuda a sus compañeros: "Es que pasan muchas cosas en un partido. Intentas hablar con uno y no te escucha...".
Valdano le defendió ayer cuando un niño le preguntó si no había nadie mejor para el lateral izquierdo. "¡Si apenas tiene 21 años! El curso pasado también empezó regular y acabó la temporada entre los aplausos del Bernabéu. No le vamos a culpar a él por una derrota", comentó. Entonces, ¿qué es lo que falló en el Sánchez Pizjuán para que Pellegrini no supiese enderezar el partido? Según el director general, hay tres cosas. La primera, "el mejor Sevilla de los últimos cuatro años". La segunda, que faltó fluidez en el juego -"la esencia del fútbol no es el toque, sino el gol, y nosotros tenemos que buscar un estilo que nos permita ser competitivos respetando las características de nuestros jugadores, más aptos para la aceleración que para el toque", dijo-. Y la tercera tiene que ver con los aficionados y los medios de comunicación, quienes, según el director general, deberían ampliar la mirada. "Hay que mirar también fuera. Así la gente se daría cuenta de que el Bayern empató, que el Liverpool perdió, que el Inter ganó en el minuto 93 tras salvar su portero un par de mano a mano...". Respecto al toque y la aceleración, hay personas como Alfredo di Stéfano, por ejemplo, que no les vale con eso y que cuando ven desde el palco que un jugador da un paso atrás sentencian: "Ché, que la portería está en el otro lado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.