"El sistema educativo está anclado en el pasado"
Rafael Cortés Elvira es un doctor en Químicas que recuerda todavía la tabla periódica porque la repasa de vez en cuando, según dice. Ex secretario de Estado de Deporte y ex presidente del Consejo Superior de Deportes, su trayectoria le ha llevado a convertirse en rector de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) de Madrid. Una de las 77 universidades que hay en España; "demasiadas", en su opinión.
La institución ha obtenido el Premio Madrid Excelente 2009 de la Comunidad de Madrid y, según el INE, es la universidad que más ha crecido en número de alumnos matriculados, reconocimientos que Cortés Elvira justifica en la confianza del cliente. "La relación profesor alumno es una parte sustancial del proceso educativo, y lo es para llevar al alumno hacia una dirección de formación correcta. La única manera de conectar con el alumno es llevar a cabo con él una comunicación de banda ancha. Eso es precisamente la confianza, justo lo que falta en esta crisis que estamos viviendo".
"El proceso de formación está muy alejado del proceso de aprendizaje"
"Los detractores de Bolonia gritan mucho; la sociedad apoya el proceso"
"La Universidad 2.0 es un proceso imparable. No se puede ir en contra"
"No podemos competir con la universidad pública y su historia"
Pregunta. Tómele el pulso a la educación superior española. ¿Cuáles han sido los principales logros de los últimos 10 años y cómo estamos respecto a Europa?
Respuesta. El logro principal es el porcentaje de ciudadanos que han alcanzado un título superior. Es importante también el cambio de la estrategia universitaria, en el sentido de aproximar la universidad a la sociedad. Con respecto a Europa, el nivel es muy desigual. Contamos con titulaciones muy consideradas y punteras fuera de España, pero estamos muy por detrás del cambio universitario que supone Bolonia. Aunque es en la formación profesional de grado superior donde tenemos una distancia bastante considerable con Europa.
P. ¿Por qué estas diferencias tan acusadas?
R. Sobre todo porque el sistema educativo español está totalmente anclado en el pasado y muy burocratizado. El proceso de formación se mantiene muy alejado del proceso de aprendizaje y hay que pasar a una dinámica en la que el alumno aprenda y no en la que el profesor enseñe. Se trata de entender la educación de otra manera, lo cual es un reto para los profesores, que son quienes deben liderar este cambio.
P. ¿Cómo se enfrenta la universidad privada a la crisis? ¿Qué medidas han tomado en la Universidad Camilo José Cela?
R. La crisis la afrontamos intentando ser mejores y dando más calidad. Es cierto que algunos alumnos se ven con dificultades económicas importantes, sin embargo, nuestro programa de becas es sumamente ambicioso. Les becamos hasta el cien por cien y les hacemos firmar un documento por el cual, cuando la situación se lo permita, devolverán el dinero. La garantía es su honor. Vamos a ver cómo funciona y cuál es la respuesta. Además, contamos con sistemas de financiación a largo plazo.
P. Un plan de convergencia cuyo objetivo es facilitar el intercambio de estudiantes titulados en los países de la Unión Europea, Bolonia, ¿por qué ha hecho correr ríos de tinta y ha conseguido que los alumnos se echen a la calle?
R. El Proceso Bolonia tiene detractores que simplemente gritan mucho. Pero el conjunto de la sociedad lo está apoyando. Siempre que se produce un cambio se modifica el statu quo, y cuando uno los modifica y toma una opción de Gobierno hay quien cree sentirse perjudicado. La oposición a Bolonia, en buena parte, viene determinada por esa resistencia al cambio.
P. ¿El Proceso Bolonia favorece a las universidades privadas?
R. En absoluto. Un máster en la universidad pública cuesta unos 1.000 euros. En la privada ronda los 7.000, y en otras instituciones puede alcanzar hasta 20.000 euros. Con estas cifras es poco probable que ganemos alumnado a la pública.
P. Frente a la leyenda de que el que paga, aprueba, está la del prestigio de la universidad pública...
R. Está claro que yo no puedo competir con una universidad que tiene 500 años de historia. Pero hay otras cosas que puedo hacer mejor porque no tengo su carga histórica. En la universidad privada el alumno hace una inversión, no un gasto. Una inversión que va a ser trascendente para el conjunto de su vida. Nuestra filosofía es la especialización. Somos una ventana de oportunidad en la formación de grado superior.
P. ¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
R. Como muy puntero, en el concepto de Universidad 2.0. Estamos trabajando con una de las grandes empresas españolas en la adaptación a Bolonia de una plataforma educativa con el conjunto de profesores, adaptando titulaciones y evaluando a los formadores que tienen que estar en dicho proceso. Seguiremos avanzando en la puesta en marcha de proyectos novedosos, como han sido la Cátedra Ferran Adrià o la Olímpica Marqués de Samaranch y, como más reciente y pionero, el título de grado Ingeniería Multimedia y del Videojuego, pendiente de verificación por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).
P. La UCJC está presente en las principales redes sociales. ¿Cree que el alumno español goza de la madurez necesaria para sacar provecho académico a estas herramientas?
R. La Universidad 2.0 es un proceso imparable y uno no puede ir en su contra. Está demostrado que los jóvenes españoles utilizan de una forma masiva las redes sociales, y su utilización depende también de los propios valores de la persona. Tecnológicamente, es muy difícil controlarlo, por lo cual les damos constantemente conferencias, charlas, explicaciones e incidimos en un espíritu formador en valores. Es cierto que cuando bajan académicamente, una de las razones suele ser ésta. Es un arma sobre la que deben estar bien informados y deben saber manejarla.
P. Como ex secretario de Estado para el Deporte, ¿no cree que el deporte es la asignatura pendiente en la Universidad española?
R. El deporte hay que verlo desde el punto de vista de la práctica de los estudiantes, en lo que se ha avanzado bastante entendiéndolo como una parte de la formación. Pero, desde el punto de vista de la competición, es muy difícil que una universidad tenga grandes estrellas, porque en España el deporte no es universitario como en Estados Unidos, si no que es federativo.
P. Deportista-universidad, un complicado binomio...
R. Cuando en los años noventa hicimos el decreto de alto nivel establecimos un porcentaje de alumnos que siendo deportistas de alto nivel podían entrar en una universidad sin cumplir los requisitos de acceso dado el tiempo que necesitan en su entrenamiento. He visto verdaderos dramas en el mundo deportivo el día después de acabar su carrera deportiva. En la Universidad Camilo José Cela hemos diseñado programas adaptados a sus necesidades en cuanto a tiempo real.
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