El elefante indio acelera su paso
Lo peor de la crisis ha pasado en India, que va a crecer un 6% este año y un 7% en 2010
La economía de India ha superado lo peor de la crisis y empieza a recuperarse. El elefante asiático ralentizó su paso debido al impacto de la crisis financiera internacional, y este año sólo crecerá un 6,3%, por debajo del 6,7% de 2008 y muy lejos del casi 9% de los tres años anteriores. Sin embargo, la crisis ha tocado fondo, y aunque este año el crecimiento es más bajo, el próximo se acelerará hasta el 7%, según el primer ministro Manmohan Singh. Incluso el crecimiento actual es mayor de lo que se esperaba: el Banco Asiático de Desarrollo (ADB) ha revisado su proyección para India en 2009: confirma las cifras oficiales de que sí alcanzará el 6% y no sólo el 5% que vaticinaba en marzo. Y concuerda con las cifras oficiales de que superará el 7% para 2010.
El reto a medio plazo es crecer a un 8% estable e invertir más en el sector social
La exportación ya cae menos, crece la inversión extranjera y la Bolsa sube
El ADB asegura en un informe de la semana pasada que India ha superado con éxito "la desaceleración económica del año pasado" gracias a más gasto público, a una mayor producción industrial y a una mayor confianza en los negocios. Sin embargo, alerta de que el seguir aumentando el déficit fiscal será insostenible: este año podría llegar al 6,8% del PIB, el más alto en 16 años. Pero por ahora hay una gran esperanza en la recuperación económica.
Los sectores que han animado la aceleración son, "sobre todo, los ligados al mercado interno, a la construcción y la infraestructura", coinciden los expertos. Las principales industrias, que en conjunto suponen el 26,7% del índice de producción industrial de India, son cemento, carbón, electricidad, acero, crudo y refinados del petróleo. Estas industrias incrementaron su producción un 7,1% en agosto, según los datos oficiales, alcanzando su mejor punto en este año financiero y mucho mejor que el 2,1% del mismo mes del año pasado y el 2,5% de julio.
Las exportaciones siguen cayendo, pero con menos rapidez. Han pasado de caer un 30% mensual en junio al 10% en agosto y se espera que en septiembre casi no haya caída. Las exportaciones de India suponen el 10% de su PIB y se centran básicamente en los servicios de tecnología de la información, textil, joyería, piel y acero. "Recibo muchos menos pedidos de Europa y EE UU desde que empezó la crisis. La gente tiene miedo de gastar dinero, prefiere guardarlo para emergencias. La demanda interna continúa casi igual", explica Pankaj Misra, un vendedor de telas en Benarés.
Otros buenos signos de recuperación son el avance en la recaudación de impuestos a las empresas, que ha aumentado un 14,7% en el segundo cuarto de este año fiscal, y el resurgir de los mercados de valores (el índice Sensex de Bombay alcanzó esta semana los 17.000 puntos, su máximo en 16 meses), al tiempo que las inversiones extranjeras están creciendo de nuevo en los mercados indios. El total de las inversiones extranjeras ha alcanzado los 10.000 millones de dólares esta semana, después de que el año pasado se produjera una salida neta de 12.000 millones de dólares. El empleo también ha empezado a mostrar signos de recuperación. "Compañías de tecnología como Infosys y Wipro han empezado, aunque lentamente, a contratar otra vez", dice Anit Mukherjee, investigador del Instituto Nacional de Finanzas y Política Pública, que asesora al Ministerio de Finanzas.
Sólo un mal monzón "ha arruinado la fiesta" y ha hecho que la alegría de la recuperación no sea total. En más de la mitad del país ha caído menos lluvia de lo normal, afectando a los campesinos, estropeando sus cosechas y provocando que su ganado muera de hambre por falta de pastos. Situación que ha provocado un aumento de precios, sobre todo en productos alimenticios. El índice del precio al consumidor ha aumentado un 12%. "La mayor parte de lo que gano se me va en comprar comida, que cada vez es más cara", dice Raj Kumar, conductor de un taxi de bicicleta. Como él, la gente más pobre es la más afectada por la carestía.
Los más escépticos de la recuperación aseguran que el crecimiento que registra ahora India es vulnerable porque no se ha cambiado la estrategia. "La recuperación del mercado interno ha venido por créditos, y en el mercado de valores se está creando una burbuja con la inversión extranjera", explica el prestigioso analista de la Universidad Jawaharlal Nehru C. P. Chandrasekar.
Los retos económicos de India a medio plazo serían crecer a un 8% estable e invertir más en el sector social, indican los especialistas. También sería disminuir la pobreza y consolidar la clase media. Hay un gran debate en cuanto a cómo se define la clase media y cuántos son sus números. Pero todos están de acuerdo en hay menos gente en la pobreza extrema, aunque la desigualdad crece a pasos agigantados. "Durante estos años de crecimiento, sólo la mitad de la población se ha beneficiado. La otra mitad no ha recibido nada", explica Shaurabh Mukherjea, de Noble, un banco de inversiones británico especializado en India. En su opinión, esta situación tiene más que ver con el sentido de democracia y de justicia social que con el sistema económico.
Para Mukherjee, el mayor problema que tiene la economía india es el acceso al capital. "Es muy caro para las compañías tomar prestado dinero: mientras en otras economías emergentes el tipo de interés estaría en un 10%, para un empresario indio está en un 12%", asegura. También dice que las empresas están dominadas por unas cuantas familias y que el gran reto es profesionalizarlas "en la medida que nos estamos convirtiendo en una economía moderna".
En los últimos dos años, India ha ganado gran visibilidad e influencia a nivel internacional. India forma parte del G-20, que fue establecido como el principal foro para la cooperación económica internacional. Para algunos, el impacto será sobre todo político: las posturas del subcontinente en negociaciones sobre asuntos como el comercio, el calentamiento global o la proliferación nuclear ganarán en importancia. Para la mayoría, este paso de reconocimiento es sólo un paso "normal y esperado para una economía de un billón de dólares", en palabras de Shankkar Aiyar, editor económico de la revista India Today. Para otros, India quedará en la sombra del protagonismo de China.
Aunque a nivel internacional se ve a India como competidor de China, en esta parte del mundo se es un poco más consciente de que "India está muy atrás", y esa diferencia se podría ampliar con rapidez en los próximos años. "Más estímulos fiscales y un bajo déficit fiscal han ayudado a China a salir más rápidamente de la crisis", comenta Sonal Varma, de la consultora japonesa Nomura. Se espera que China crezca el 8,2% este año y el 8,9% el siguiente.
Para que India pudiera recortar esa desventaja, dice Aiyar, tendría que invertir más en infraestructura, en formación de los trabajadores y en agricultura. "El gran problema de la pobreza no se va a reducir mientras el 70% de la población que vive de la agricultura reciba sólo el 20% del PIB".
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