El poder de la nueva dirección recaerá en Mikel Torres, Alfonso Gil y Pastor
López descarta la figura de vicesecretario general y Ares tendrá una secretaría
Mikel Torres, Alfonso Gil y José Antonio Pastor compondrán el nervio medular de la nueva dirección del PSE-EE, que saldrá elegida en su VI Congreso, previsto para este fin de semana en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Gil será el nuevo secretario de organización; Torres, alcalde de Portugalete, asumirá la coordinación, que queda desgajada de la poderosa área hasta ahora en manos de Rodolfo Ares; y Pastor, el portavoz y la cara visible de los socialistas vascos.
A medida que se acerca el cónclave del Euskalduna se apuran los movimientos internos entre los dirigentes más significativos del PSE-EE bajo la nítida consigna de procurar "la máxima unidad" para la nueva dirección. De hecho, un dirigente socialista admitió ayer que "daría mala imagen" un respaldo "por debajo del 80%". A su juicio, "estamos en las mejores condiciones de presentarnos ante la sociedad como el partido cohesionado que ahora somos".
Sobre esta base, la identificación de la futura cúpula guarda una estrecha relación con el criterio ya manejado por el secretario general, el lehendakari Patxi López, para la composición de las piezas angulares de su primer Gobierno vasco. Entonces, López elegió en un ámbito de personas de su máxima confianza para acometer, arropado, la peliguada acción de gobierno. Le resultó fácil porque varios consejeros venían contribuyendo a alimentar el peso político de la actual ejecutiva del PSE-EE. Ahora, el secretario general hace lo propio para acometer una indisumulada renovación en el partido, de la mano especialmente de Torres y Gil, en quienes tiene una significativa confianza. Y, de paso, marca alguna línea roja como la renuncia a crear la figura de visecretario general. Por si acaso, López deja bien sentado así quién detenta el poder real del partido.
Según las fuentes consultadas, "nadie" se sorprenderá por el ascenso de Torres y Gil. Vienen a representar, dicen en el PSE-EE, "la solución a una nueva situación" que se deriva de la llegada al Gobierno, y que, a su vez, permite "rejuvenecer los equipos para estar en un contacto necesario con la sociedad".
En este encaje de piezas se ha reservado "un sitio preferente" para Rodolfo Ares, que suelta las riendas del partido y a quien se le asocia a una secretaría "política". Su indiscutible papel de control interno, que le ha permitido dominar cada rincón de la casa, será desempeñado a partir del próximo domingo por Alfonso Gil, indiscutible hombre de aparato, y a quien algún compañero le considera "la historia reciente del partido".
José Antonio Pastor, a quien hay quien le sitúa como auténtico hombre fuerte en la nueva cúpula socialista, completa este trío de ases. El actual portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco prolongará esta labor en el partido y así completará un indiscutible poder político. A la imprescindible coordinación entre la acción del Gobierno vasco y la estrategia del grupo parlamentario en la Cámara de Vitoria, Pastor añade la dirección de la poderosa organización socialista de Vizcaya. Además, su estrecha relación con Alfonso Gil, con quien compartió el pasado miércoles la presentación del Congreso, garantiza a López la imagen de unidad que persigue en el partido.
Pareja con poder
- Alfonso Gil (Bilbao, 1967) se afilió con 14 años al PSE y fue decisivo en que Idoia Mendia, su novia entonces, hiciese lo propio más adelante. Ahora forman una pareja de indiscutible poder y de probada cercanía al lehendakari y líder socialista Patxi López.
- Gil, con estudios de Derecho, habla inglés y catalán, es concejal en Bilbao y pertenece a la actual ejecutiva de los socialistas vascos. Es técnico de la Administración foral y le gustan el deporte, la lectura y la informática.
Alcaldesas a la ejecutiva
La nueva dirección de los socialistas vascos espera a dos de sus alcaldes. Loly de Juan (1964) tiene asegurado un puesto. La única alcaldesa del socialismo vizcaíno preside el Ayuntamiento de Basauri, su pueblo natal. A ella podría unirse Miriam Garrido, alcaldesa de Moreda de Álava. Y es que el sexto Congreso del PSE-EE pondrá el foco de su acción política en el próximo reto de las elecciones locales y forales, en 2011, y cuyos resultados serán interpretados, en una primera lectura, como una evaluación en las urnas de la acción del Gobierno vasco.
Aunque hay quienes trabajan por rebajar ligeramente la cifra de 30 miembros en la futura dirección socialista, el equilibrio territorial siempre estará presente. Eso sí, nadie discute la reelección de Jesús Eguiguren como presidente del PSE-EE.
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