"Es imposible hacer más"

Ya se sabe: para optimista, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, en su primera gran misión como autoproclamado "ministro" de Deportes, dijo estar más animado que anteayer. Tras una mañana de pesca de votos, el presidente español compareció con su sonrisa grapada ante la prensa. Llegaba de almorzar con los Reyes de España y los de Dinamarca. Resuelto el protocolo en unos corrillos previos, de pie, a su derecha Alberto Ruiz-Gallardón y a su izquierda, Esperanza Aguirre. En un córner, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE); en el otro, Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el deporte. Antes de que los periodistas pudieran reclamar el micrófono, el presidente expresó su "agradecimiento" a la familia real, "y en particular al Rey por su apoyo generoso a una propuesta de Estado como es esta candidatura". "Una gran aventura", la definió Zapatero, para después extender sus felicitaciones a todos los implicados en dicha travesía "por su trabajo en equipo y la cooperación de todos". En este punto, enfatizó el respaldo unánime que ha tenido Madrid por parte de todas las administraciones. "Es imposible hacer más de lo que se ha hecho; como país no podemos imaginar más", sostuvo antes de acentuar "el momento de oro que vive el deporte español". Porque, además, "España es leal al olimpismo, fiel, con una candidatura fuerte y unida en un país entregado al deporte".

"Me esperaba muchas preguntas..., pero hay algunas realmente originales". Zapatero retorció la mirada cuando fue interrogado sobre si creía que la destrucción de empleo en España penalizaba la candidatura. A primera hora de la mañana, Lula, el presidente brasileño, se había extendido ante la prensa en enumerar con empeño todas las bonanzas económicas de su país, donde, al contrario que en Europa, no merma el empleo, ni mucho menos. "Mañana [por hoy] se va a tomar una decisión deportiva, no sobre las economías del mundo. Somos un país muy fiable en la organización de eventos deportivos y eso lo sabe el COI. Tenemos todo el respeto por las demás candidaturas, pero estamos aquí orgullosos de lo que representamos, en el deporte, en el olimpismo, como ciudad y como país".

Zapatero, que expresó su "gran debilidad" por Fermín Cacho -"alguien que me inspira desde su victoria en Barcelona 92"-, estimó que entre todos los representantes de la delegación ayer por la mañana se habrían mantenido contactos con "unos 50" miembros del COI. En su caso no dijo con quién, pero matizó que él había hecho muchas preguntas. El motivo: la presentación final de hoy ante la asamblea olímpica. En opinión del presidente español, "un acto muy importante". Zapatero, como lo hará hoy, ya intervino en Singapur en 2005, cuando Londres superó a París y Madrid. No así el Rey, que entonces no viajó al país asiático y delegó la ponencia en doña Sofía.

Pese al indiscutible impacto que hace cuatro años causó Tony Blair ante los votantes de Singapur y visto el extraordinario revuelo interno que ha causado en el COI la visita de hoy de Barack Obama, Zapatero quiso rebajar el peso de la política en semejante examen. Aseguró que no se lo toma como un reto personal, "sino como una tarea de responsabilidad". "Hay siempre", prosiguió, "una tendencia a interpretar cómo y por qué vota la gente y en una competición como ésta lo que más pesa es el factor deportivo, aunque, sin duda, también las simpatías por los países o las culturas". Finalizado el acto, el presidente y "ministro" de Deportes regresó al bazar del hotel Marriott.