La sede del escepticismo

En la candidatura olímpica de 2016 junto a Madrid concursan como subsedes diversos municipios españoles, como Mérida y Córdoba; y tres madrileños: Coslada, para albergar la competición de voleibol; Getafe, remo y piragua; y Paracuellos del Jarama, tiro.

Esta última elección se basa en la tradicional afición en el municipio de la sierra por la caza y al tiro el plato. "En Paracuellos están entusiasmados con los Juegos", explica un portavoz del Ayuntamiento. "En las encuestas de apoyo a la candidatura que hizo el Comité Olímpico (COI), el respaldo fue absoluto", remata satisfecho.

El centro de tiro no existe aún. Hasta que no se resuelva la candidatura, seguirá siendo un desierto al sur del municipio, un triángulo en la confluencia de la M-50 y la M-115. Lo que sí se puede es medir el entusiasmo de los paracuellenses. Basta con coger el autobús 211 en Ciudad Lineal.

"¿El campo de tiro?: ¡Menudo cuento!", dice un chico de la localidad

El paseo se vuelve un tanto peligroso si se yerra la parada y se aterriza en una de las numerosas urbanizaciones colindantes. Entonces, subir al pueblo supone echarse una caminata de al menos 20 minutos por un carril bici. Una señal de tráfico avisa: "Desnivel del 10%", aunque ante la pendiente da la impresión de que a la señal se le han caído rodando un par de ceros. Baja una señora con chándal e iPod. No sabe indicar el camino hacia el futuro centro de tiro. "Tampoco merece la pena. No lo van a hacer: ni de broma va a ganar Madrid", y sigue cuesta abajo.

Un paseo por el pueblo, cuando se ha llegado a la cima y recobrado el fuelle ante las impactantes vistas de Madrid y de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, demuestra que la escéptica señora no es la excepción en las encuestas del COI. El siguiente en burlarse de las posibilidades olímpicas es un chico con aros dorados de folclórica. "¿El campo de tiro?: ¡Menudo cuento!". Que no cargue con una escopeta permite plantearse que a lo mejor no se trata de uno de los aficionados al tiro.

Los mayores del municipio se quejan jugando al mus de que los chicos no sienten pasión cinegética. En el bar Plaza, frente al ayuntamiento de la localidad, Mercedes, su dueña, lo detalla. Cada domingo de temporada, a las seis de la mañana, los cazadores se reúnen en su bar para tomar un café antes de la batida. "Y cada vez quedan menos. Antes, en la asociación de cazadores sólo entraban los del pueblo. Luego se abrió la mano y aceptaron a los maridos de las hijas del pueblo. Ahora se acepta hasta a los empadronados", explica. Pero el relevo generacional es complicado, y los cotos cada vez más pequeños en razón de la expansión inmobiliaria. Del día a la noche las perdices se han encontrado paseando entre chalés con piscina.

En el municipio sólo hay una pancarta con el lema Madrid 2016, en la fachada del Ayuntamiento. "No tenemos planeado ningún acto hasta que no se sepa qué pasará", admite el Consistorio. "Es que ya se insistió mucho con Madrid 2012. ¿Para qué repetirlo si la gente está muy mentalizada?", explica otro trabajador municipal.

Mentalizada, pero no tanto. Rubén Sánchez, propietario del parador Anrubell confiesa que no ha comenzado a preparar el aluvión de visitas de 2016. "Con lo mal que va esto, vendría bien; pero no va a salir". El desapego de los vecinos contrasta con la entrega de los políticos. En la delegación de Madrid en Copenhage están el alcalde, Pedro Antonio Mesa (independiente), y el concejal de Deportes.

Desde el Ayuntamiento insisten en que todos los partidos apoyan la iniciativa; y un consenso en Paracuellos no es sencillo: la política local se caracteriza por las escisiones de partidos y las alianzas de gobierno imposibles.

También contrasta con la cruenta guerra entre pueblos por ser subsede. San Martín de la Vega lo intentó con el tiro, y el alcalde de Aranjuez llegó a acusar a su homólogo en Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, de tratar a Aranjuez "con desprecio" después de que la piragua recalase en Getafe.

En Paracuellos se toman el asunto con más calma. El entusiasmo sólo se enciende a la hora de sacarse una foto frente a la pancarta del Ayuntamiento. Después de la instantánea, una señora se carcajea cuando le preguntan por las posibilidades de Madrid 2016. Pero, ¿qué hubiera contestado a la encuesta del COI? "Que sí: que yo apoyo", sonríe.