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Entrevista:EILEN JEWELL | Cantante

"Siempre me gustaron las canciones tristes"

"Algún día mi vida habrá acabado y nadie recordará mi nombre". Lo espeta Eilen Jewell nada más arrancar Rain roll in, el primer corte de su nuevo álbum, y se hace difícil no pensar en la crisis de sus 30 años recién cumplidos. Más aún si el disco se titula Sea of tears (Mar de lágrimas) y está repleto de canciones no menos taciturnas que ésta. "¡Para nada!", refuta esta cantante y compositora de Ohio desde su domicilio en Massachusetts (EE UU). "Se trata más bien de una decisión estética. Siempre me gustaron las canciones tristes y me hace feliz cantarlas, pero me siento razonablemente satisfecha de la vida que llevo".

Angustias vitales, corazones en descomposición, algún que otro crimen pasional. Jewell bebe en las fuentes de la tradición popular estadounidense y no tiene empacho en reconocerlo. "Adoro el country clásico, la primera generación del blues, el folk, el rockabilly o el rock and roll primitivo. ¿Por qué centrarme sólo en un estilo? Los quiero por igual". En su santoral particular, eso sí, siempre salen a relucir un par de nombres ineludibles. "Billie Holiday fue la primera voz que escuché en mi vida, y exclamé: '¡Yo quiero cantar como ella!'. Luego llegaría Lucinda Williams y pensé: '¡Yo quiero escribir así!".

Cuenta con sólo tres trabajos, pero Eilen se está labrando una sólida base de seguidores (incluido un grupo de españoles en Facebook). Ni siquiera le sorprende el dato de que este excepcional Sea of tears se haya convertido en el título con mayor demanda en Radio City, una de las escasas tiendas pequeñas de discos que sobreviven en Madrid capital. "Cada vez hay más gente harta de esas canciones sobreproducidas, repletas de efectos y letras bobaliconas que oímos en la radio".

Le han dicho muchas veces que su paisaje sonoro -tan oscuro, evocador, polvoriento y hasta con un punto siniestro- encajaría muy bien en las películas de Quentin Tarantino o David Lynch. Lo considera un halago, pero en estos casos aflora su espíritu más guasón: "Los señores Lynch y Tarantino deberían reservar sus canciones ahora mismo, antes de que les salgan demasiado caras". El mismo que aflora cuando se le pregunta por sus intenciones en caso de que fallen los pronósticos y la música no le dé para ganarse la vida. "Supongo que debería tener un plan B, pero, mierda, no se me ocurre ninguno. Me vería abocada a dormir entre arbustos y vender las flores que robara en los jardines. Por favor, ¡acudan a mis conciertos!".

Su público se ha habituado a que, junto a sus truculentas piezas originales, Jewell sazone discos y actuaciones con alguna versión para gourmets. En Sea of tears desliza I'm gonna dress in black (que Van Morrison popularizó en sus años con Them) y una espectacular lectura vaquera de Shakin' all over, el clásico de Johnny Kidd & The Pirates. "La gente cree que dedico mucho tiempo a escoger los temas, pero surgen por casualidad". Luego el guitarrista Jerry Miller se aprende los acordes en el local de ensayo. Miller es el responsable de que Sea of tears suene más eléctrico y furibundo que sus antecesores. Y de que Jewell parezca más feroz que nunca. Pero debajo de esa piel atormentada anida un corazón más alegre: "Escuchen mis canciones, pero no piensen en ellas como piezas autobiográficas".

Sea of tears. Signature Sounds / Karonte. Eilen Jewell actúa hoy en la sala El Sol a las 23.00. Precio: 16 euros.

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Eilen Jewell y los músicos que la acompañan en los conciertos.
Eilen Jewell y los músicos que la acompañan en los conciertos.

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