La última carta
Poco antes de morir, el senador Edward Kennedy hizo llegar una carta al presidente Barack Obama animándole a aprovechar la nueva oportunidad que su Administración tiene de romper el impasse en el conflicto del Sáhara occidental. A la vista del show que en los últimos días se ha producido durante la reunión de la Asamblea General de la ONU, esa carta adquiere ahora, en valor absoluto, una dimensión mayor por lo escueta y lo incontestable de sus argumentos.
Sin embargo, ningún representante del pueblo saharaui pudo hacerse oír; tampoco nadie en su representación reclamó que la resolución del conflicto del Sáhara es también parte de ese nuevo orden mundial que todos los representantes dicen anhelar. Prácticamente nadie se ocupa de ellos, es como si no existieran. Las escuetas noticias acaso sean para informar de que no son tantos, que el último censo los reduce a la mitad, que sólo son 80.000, que de seguir así la Minurso podría incluso ahorrarse un dineral en ayudas a los campamentos de Tinduff.
¿Por qué será que había tanta urgencia en aquella carta del senador Kennedy? ¿Por qué será que tampoco ésta va a ser la última carta que se escriba a lo largo de este vergonzoso impasse?-
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