Todas las cadenas quieren tener sus propios 'Simpson'
'Suckers', primera producción española comprada por Disney en EE UU
La animación vive uno de sus mejores momentos. En cine, cuatro películas animadas figuran entre las 20 más taquilleras de todos los tiempos. Y, en televisión, los Emmy reconocieron por primera vez que una serie animada como Padre de familia puede competir de igual a igual con comedias al uso como Rockefeller Plaza. Un golpe de vitalidad que tiene a las principales cadenas estadounidenses buscando su Padre de familia o sus Simpson, series que hace tiempo borraron el mito de que la animación es sólo cosa de niños.
En Europa las cosas son diferentes, pero no necesariamente peores. La mejor muestra del estado de la animación la ofrece el recién celebrado Cartoon Forum, dedicado a exponer los últimos proyectos animados europeos, que este año cumplió su vigésima edición. "Es el preparatorio del Mipcom [principal mercado mundial de contenido audiovisual] que sirve de referencia y ayuda a crear una red de contactos entre productores europeos y españoles", describe Xavier Romero. Como responsable de coproducciones de animación de TV3, a Romero el foro le sirvió para comprobar cómo la animación española le está "pillando el ritmo" a los numerosos registros de la animación europea y estadounidense. "Va combinando mejor autoría y comercialidad", asegura.
La serie animada nacional gana prestigio en el mercado exterior
Como ejemplo, entre los 61 proyectos de 19 países presentados este año en Cartoon Forum, 13 son españoles, el país con un mayor número de propuestas después de Francia. Uno de ellos, Suckers, llegó al foro celebrado en la ciudad noruega de Stavanger con el honor de ser la primera serie de animación española comprada por el canal Disney en EE UU.
"El número de proyectos demuestra la creatividad, pero desgraciadamente solemos ser los últimos en presencia de televisiones", indicó el productor Manuel Cristóbal. Su nombre está detrás de otro de los recientes éxitos de la animación española para televisión, Pocoyó.
Una de las razones es la poca inversión que existe por parte de las cadenas españolas en animación. "Es complicado el panorama porque las televisiones cada vez pagan menos y los costos son altísimos", recuerda Romero. De ahí que la mayor parte de los proyectos presentados en Cartoon Forum (un 32%) sigan dirigidos al público preescolar, más fáciles de vender y más baratos de producir. El foro también mostró que en la televisión todavía manda la animación tradicional (un 42% de los proyectos presentados), con un costo medio de 8.500 euros el minuto. De ahí que el 32% de los proyectos presentados estén concebidos también para su explotación en otras plataformas y el 71% de ellos tengan una duración de entre los 5 y los 13 minutos.
Lejos están los formatos de media hora que hacen furor en EE UU y que se emiten en horas de máxima audiencia al estilo de Padre de familia y Los Simpson. La cadena FX está explorando este género con Archer; Nick & Nite cuenta ahora con su primera serie animada, Glenn Martin, DDS; HBO repite con The Life & Times of Tim, y Fox expande su dominio con The Cleveland show, spin off de Padre de familia.
"Los baby boomers nos hemos criado con una dieta rica en dibujos animados, así que no se nos hace extraño seguir viendo animación de adultos", confiesa John Holmquits, director de Padre de familia. Romero también explica este fenómeno recordando que en EE UU la producción animada es mucho mayor por lo que hay un mayor margen para la experimentación. Claro que en ocasiones el riesgo no es tanto. Proyectos como Low standards nacieron a petición de Fox Latinoamérica de la mano del realizador español Raúl García con la idea de ser producido en España. El piloto gustó, pero su desarrollo fue abandonado. La razón: producir un show de cocina salía más barato.
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