Reino Unido prepara una ley que endurece el cobro de 'bonus'
El Gobierno británico presentará en las próximas semanas en el Parlamento una serie de propuestas para endurecer las condiciones en que los bancos pueden pagar bonus a sus ejecutivos y empleados. Así lo anunció ayer el primer ministro, Gordon Brown, en una entrevista en el programa político dominical de la BBC, Andrew Marr Show.
El anuncio, que coincidió con la apertura del congreso anual del Partido Laborista, hizo más énfasis en la retórica que en los detalles y no constituyó ninguna sorpresa: las grandes potencias económicas del planeta acordaron actuar en ese sentido la semana pasada en la cumbre del G-20 en Pittsburgh y el canciller del Exchequer y responsable del Tesoro, Alistair Darling, ya había anunciado en julio su voluntad de legislar en esta materia y otorgar poderes a la autoridad reguladora para prevenir los riesgos excesivos de la banca.
Brown pareció dirigirse sobre todo a la opinión pública británica y muy en especial a las bases laboristas, desanimadas por las pésimas perspectivas electorales de su partido y escépticas por la mala evolución de la economía británica, que entró en recesión antes que la de países como Alemania y Francia pero tardará algo más en salir de ella.
Sin medidas concretas
El primer ministro anunció una "prohibición del antiguo sistema de bonus" y su intención de forzar a los bancos a actuar de forma responsable. Pero no dijo con qué medidas concretas se propone conseguir ese objetivo. "Vamos a limpiar de una vez por todas el sistema", dijo de forma retórica. "No vamos a estar de brazos cruzados esperando un retorno a los viejos malos tiempos", añadió.
La legislación que prepara el Gobierno "va a prohibir el viejo sistema de bonus y va a hacer imposible que las compañías vuelvan a utilizarlo", explicó, en línea con la idea reflejada en la reunión del G-20.
"Vamos a ser más duros que ningún país en el mundo", presumió Brown, olvidando o quizás ignorando que Holanda va a introducir un tope a la cantidad bruta de bonus que puede percibir un individuo, algo a lo que se ha opuesto desde el primer momento el Reino Unido y que no ha sido apoyado por el G-20 a pesar de que países como Francia y Alemania sugerían que al menos se pusiera límites al peso que las gratificaciones variables pueden tener en el conjunto de las pagas anuales que reciben banqueros y ejecutivos de la banca.
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