Mislata protesta contra la privatización de la sanidad

La situación sanitaria en Mislata anda revuelta estos días. En agosto, la Consejería de Sanidad tramitó una modificación del mapa sanitario para adscribir la atención médica de la localidad, de más de 48.000 habitantes, al hospital de Manises, el cuarto privado de la Comunidad Valenciana. A este repentino cambio se suma la paulatina degradación del hospital Militar, ubicado entre Mislata y Quart de Poblet, y que el Ministerio de Defensa cedió a la sanidad valenciana en 2008.

Por todo esto, y bajo los lemas "hospital Militar y centro de especialidades de todos y para todos ya" y "Por una Mislata digna", la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Mislata convocó ayer una manifestación ante el hospital Militar, que reunió a más de varios miles de personas y que se repetirá el próximo jueves. En la manifestación, en la que participaron médicos del centro de salud, se corearon lemas como "Camps, escucha, Mislata ya está en lucha".

Los vecinos exigen al PP que cumpla su promesa sobre el centro transferido

Para el portavoz vecinal, Julián Martínez, la consejería "ha aprovechado agosto" para introducir una modificación que supondrá "privar a los ciudadanos de Mislata de La Fe, el buque insignia de la sanidad valenciana, para adscribirnos a un hospital de tercera división". "Una clara apuesta", añade, "por la privatización de la sanidad" por la que, según sus cálculos, cada ciudadano costará a la consejería más de 850 euros al año, a tenor de "los 42 millones de euros que se le pagará a la empresa gestora del hospital, lo mismo que se le concede en Alzira, y a los 48.786 habitantes censados en Mislata". Desde la coordinadora vecinal, como desde los dos partidos de la oposición, PSPV y EUPV, sindicatos y particulares han presentado, en los 20 días preceptivos, alegaciones al órdago lanzado desde la Consejería de Sanidad y esperan respuestas. De no variarse lo anunciado en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana los ciudadanos de Mislata pasarán a depender del centro de Manises en 2010.

La manifestación, que el jueves pasado tuvo que suspenderse por un intenso aguacero, ha sido apoyada por todos los partidos políticos de Mislata, especialmente por los dos grupos de la oposición, que han hecho piña contra "la privatización sanitaria", sindicatos y vecinos, y ha contado con una clamorosa ausencia, la del alcalde de Mislata, Manuel Corredera, del PP, y la de todo su grupo debida, según un comunicado emitido por su gabinete de prensa, a que "se trata de una manifestación totalmente manipulada por el Partido Socialista". En el mismo se argumenta que ya han conseguido un compromiso para que la consejería implante en octubre las 21 especialidades médicas en el hospital Militar. Sin embargo, desde la plataforma vecinal denuncian que llevan esperando el pleno funcionamiento del centro desde que fue transferido por el Gobierno y que la ausencia del PP en la protesta se debe a la negativa a enfrentarse a las directrices del Consell.

La coordinadora vecinal exige que "el PP cumpla su promesa electoral de transformar el hospital Militar en un centro de referencia, porque ahora es poco más que un centro de salud primario". Desde que fue transferido, el hospital ha pasado de "21 a 11 especialidades y hace un par de semanas había sólo cinco personas ingresadas pese a disponer de 235 trabajadores". Las asociaciones vecinales confirman que la población de la localidad que acude a los ambulatorios está siendo desviada "directa o indirectamente" al centro de especialidades de Juan Llorens y a Manises, y que los 134.000 metros cuadrados del hospital Militar, que en su inauguración en 1952 llegó a reunir casi 600 camas, están infrautilizados.