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Crónica:Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lección magistral

El Barça golea al Racing en cinco minutos excelentes de Xavi, Messi e Ibrahimovic

Ramon Besa

La entusiasta hinchada del Racing se arrancó solemne y vigorosa con La Fuente de Cacho, una canción popular que funciona como himno, expectante y animada como estaba ante la visita del Barcelona. La Fuente de Cacho suena a la salida del equipo y resuena con cada gol del conjunto cántabro. El Sardinero, por lo demás, no se le da muy bien al Barça, y la gente parecía ayer especialmente animada con la posibilidad de cantar victoria. Falsa ilusión. En cuanto acabó el coro y se puso la pelota en juego, los azulgrana impusieron el silencio más absoluto, señal de mando, de jerarquía, de fútbol que no necesita música.

Tic-tac, tic-tac, tic-tac. Xavi puso el reloj en marcha, Ibrahimovic ofició de Ibracadabra y Messi gambeteó mejor que Maradona. Tres goles se contaron en tres remates consecutivos después de veinte minutos de un rondo excelso que sólo Arana interrumpió con un par de arrancadas por el costado de Abidal.

RACING 1 - BARCELONA 4

Racing: Toño; Pinillos, Morris, Henrique, Sepsi; Arana, Lacen (Colsa, m. 56), Diop, Serrano; Munitis (Luis García, m. 70) y Geijo (Xisco, m. 56). No utilizados: Coltorti, Crespo, Moratón y Toni Moral.

Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué (Márquez, m. 56), Abidal; Xavi, Busquets, Keita; Messi (Iniesta, m. 64), Ibrahimovic (Pedro, m. 52) y Henry. No utilizados: Pinto, Chigrinski, Maxwell y Touré.

Goles: 0-1. M. 20. Ibrahimovic cabecea en el área. 0-2. M. 23 Messi cruza un disparo. 0-3. M.26. Piqué, dentro del área. 0-4. M. 63. Messi, tras una jugada personal. 1-4. M. 71. Serrano, con un remate lejano.

Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Diop, Ibrahimovic, Xico, Lacen y Pinillos.

El Sardinero. 19.034 espectadores.

El sueco, que acabó lesionado, estuvo tan efectivo en el tiro como en el pase
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Aplicado, el equipo atendió de forma escrupulosa las instrucciones de su entrenador, publicitadas el día antes en la sala de prensa, y el Barça ofreció media hora de fútbol deliciosa, el mejor compendio de su ideario: posición, posesión, circulación y definición. Jugaron los azulgrana desde la salida con ritmo y fluidez en la cancha del Racing. Un fútbol rápido, fácil, simple, imposible de defender, tan bonito como ante el Inter e igual de efectivo que frente al Atlético, justamente como había pedido Guardiola, que recuperó una alineación más convencional para que el equipo se reencontrara con su esencia futbolística desde lo simple No jugó Chigrinski, se mantuvo Sergio Busquets como medio centro y emergió la figura de Ibrahimovic, siempre un palmo por encima de Henrique, el central descartado por el técnico azulgrana.

La práctica del taekwondo ha permitido al sueco dominar mejor su cuerpo de gigante. Hay quien incluso ha visto en su figura la reencarnación de L'home llagosta, como se conocía a Pepe Samitier, porque con la punta de su bota tocaba el larguero. Así lo recordaba el escritor Luis Racionero. Y su afición por la pesca le ha permitido mantener la concentración y ganar paciencia. Ibrahimovic, de momento, funciona como un delantero centro fuerte, al menos contra los débiles, para no desmentir a Sacchi. Ayudado por el brazo, ayer cabeceó a la red un centro de Messi para reflejar la superioridad azulgrana sobre la cancha (0-1) y después asistió con un taconazo a Piqué para que certificara el triunfo (0-3). A mitad de camino, entre el gol de Ibrahimovic y el de Piqué, apareció Messi con una jugada excepcional, muy suya: el regate seco para sentar a sus dos marcadores y el disparo colocado al palo derecho del portero. Lento, suave, delicioso (0-2). A excepción de la lesión de Ibrahimovic, que se dobló el tobillo, apenas hubo más noticias del partido hasta que Messi decidió intervenir nuevamente antes de ser sustituido. Tomó la pelota de Xavi en la banda derecha y se paseó por la frontal del área como un equilibrista sobre el alambre, sorteando defensas con su zurda prodigiosa, hasta ganarse el espacio para clavar el balón en el hueco imposible para el mejor de los guardametas. Duro, seco, terminal (0-4).

Xavi, mientras, continuó en la cancha. Messi es único y jugaría bien en muchos equipos, incluso en la selección argentina, sobre todo si le rodearan de un buen puñado de futbolistas. Ibrahimovic también metía goles con el Inter. Xavi, en cambio, está asociado necesariamente al Barça. El volante es quien marca el estilo y a su alrededor se organiza el equipo. Xavi participó en los cuatro goles. Nadie interpreta mejor las consignas de Guardiola y el futbol en su versión más sencilla, más lúcida, más infantil. La respuesta de Xavi a las inquietudes del entrenador fue contundente: lección aprendida. Lección magistral Volvió a jugar el Barça con los ojos cerrados.

Al Racing le quedó el consuelo de marcar el gol del honor, un tanto estupendo de Serrano y sonrojante para Márquez, superado por el volante con un caño. El mexicano acaba de salir de una lesión y siempre le cuesta entrar en forma. La zaga azulgrana, por lo demás, acusó la sustitución de Piqué, retirado con la cabeza vendada, como un héroe, igual que en los tiempos de Platko.

Perdió pegada el Barcelona en las dos áreas y el Racing se animó para dar fe de vida antes de que el árbitro pitara el final del partido. Aunque la reacción de su equipo no le dio para volver a entonar La Fuente de Cacho, la hinchada se vino arriba y coreó con oles las veces que el Racing daba cuatro pases seguidos y armaba un buen rondo. Los azulgrana economizaron esfuerzos, conscientes de que les aguarda una nueva salida delicada a Málaga. A buen seguro que para Guardiola continúa sin llegar el partido perfecto y, por tanto, el equipo tiene margen de mejora. Los jugadores, sin embargo, continúa atendiendo a pies juntillas sus indicaciones. El Barça volvió a ser ayer un equipo más reconocible que nunca. Le salió todo bien. Vuelven los récords: no metía tantos goles desde el año 1957. No hay novedad en el Barcelona.

Keita, Ibrahimovic, Alves y Messi felicitan a Piqué, con la cabeza vendada, tras su gol.
Keita, Ibrahimovic, Alves y Messi felicitan a Piqué, con la cabeza vendada, tras su gol.JAVIER COTERA

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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