"Nos felicitan y nos persiguen"

El sábado pasado, en Francia, Iván Cervantes se proclamó campeón del mundo de enduro por cuarta vez. Unos días antes, una mañana, el piloto catalán salió a entrenarse en moto por las pistas de Cambrils. "Pero llegaron los forestales y me empapelaron", recuerda Cervantes. Como él, Toni Bou y Laia Sanz también han revalidado recientemente sus coronas mundiales, en su caso, de trial. Estos hitos confirman la preponderancia del motociclismo offroad (todoterreno) catalán en el plano internacional, una hegemonía que viene de lejos, por tradición, pero que está en peligro debido a las restricciones que comporta la ley que regula el acceso de las motos a la montaña. Para tratar de silenciar a los pilotos profesionales, que son los que más enredaban, se aprobó una resolución que no deja de ser sorprendente. "Hay una lista de pilotos -reconocidos por el Consejo Catalán del Deporte- que están exentos de pagar las multas", asegura Àngel Viladoms, presidente de la Federación Catalana de Motociclismo (FCM).

Raga: "Esta ley, junto con la crisis, hace que cada vez se vendan menos motos"

La legislación autoriza la circulación por pistas y caminos pavimentados o de anchura igual o superior a cuatro metros. Aquel que infrinja la ley y sea pillado por las autoridades forestales, se expone a recibir una multa que puede llegar a los 500 euros. "El principal problema es que, en Cataluña, sólo hay un 2% de vías rurales de cuatro metros", matiza Viladoms. "Esta ley es antigua [de 1995], pero se aprobó por mayoría absoluta en el Parlament. Lo que pasa es que tiene unas disposiciones muy limitadoras", explica Rosa Torre, subdirectora del cuerpo de agentes rurales de Cataluña. "Hay una demagogia tremenda", tercia Toni Bou, seis veces campeón del mundo de trial, "porque los mismos políticos que nos felicitan por los triunfos, luego nos tratan como delincuentes". El jueves pasado, Bou asistió a la presentación de una nueva instalación de Honda en Santa Perpètua de Mogoda. "Montilla me dio su enhorabuena por el Mundial, pero no se da cuenta de que, si seguimos con estas restricciones, los éxitos se acabarán", añade el piloto de Piera. Cervantes va más allá: "El problema no es para nosotros, los profesionales, sino para los jóvenes que vienen detrás. Si un chaval coge su moto y vuelve a casa con una multa de 500 euros, su padre vende la moto y le compra una pelota de fútbol". Lo mismo opina Adam Raga, seis veces campeón del mundo, que ofrece otra perspectiva. "Esta ley, combinada con la crisis, provoca que cada vez se vendan menos motos de montaña", añade el de Ulldecona.

Desde la federación, Viladoms trata de buscar lagunas a la ley actual, aunque para ello tenga que darle la vuelta al conflicto con la puesta en marcha, con vistas a 2010, de la licencia verde. Se trata de una iniciativa que esparcirá por toda Cataluña un montón de zonas habilitadas para la práctica de las especialidades todoterreno, reguladas por los motoclubes.