"Es tiempo para hacer historia"

"Es tiempo para hacer historia. Hemos llegado donde muchos han estado pero queremos llegar donde nunca se ha estado. Ahora hay que dar el último paso, porque para eso hemos venido, no para quedarnos otra vez a las puertas". Lo dijo Sergio Scariolo ante la final de hoy (21.15, La Sexta) que enfrenta a España y al vencedor del partido entre Eslovenia y Serbia, disputado anoche. El seleccionador no encuentra argumentos que ayuden a explicar por qué se perdieron las seis finales del Eurobasket que ha disputado España. "Hace dos años éramos favoritos en casa. Pero no sé dar una explicación. No estaba allí. Tenemos que prepararnos como hemos hecho hasta ahora".

La pregunta se repite una y otra vez desde hace varios días. Un italiano volvió a intentar sonsacar a Scariolo los motivos de la transformación del juego español desde que sufrió la última derrota ante Turquía. "Vimos en una fotografía que en la última jugada le habían hecho falta a Llull. Mis jugadores me preguntaron qué teníamos que cambiar. Y yo les dije que nada, absolutamente nada. Sólo teníamos que centrarnos al cien por cien en cada partido y, como siempre he insistido, íbamos a marcar diferencias desde la defensa. Los jugadores me han demostrado su profesionalidad y son ellos mismos los que han insistido en buscar una concentración máxima. Es una gozada verlos defender, a los que ya esperas que defiendan como Llull, pero también a otros que no destacan por ese aspecto como por ejemplo Navarro".

"No hemos venido para quedarnos otra vez a las puertas", dice el seleccionador

El seleccionador puso de relieve la aportación de los 12 jugadores al equipo. "Los doce han aportado y eso es algo que no suele verse. Pero cada partido empieza de cero y hay que prepararse, aunque no haremos nada especial, entre otras cosas porque no hay tiempo". Carlos Cabezas fue uno de los grandes protagonistas del partido. Scariolo así lo puso de manifiesto por su labor en el marcaje a Spanoulis, una de las claves del encuentro.

Pau Gasol concede que el hecho de que España no haya ganado nunca un Europeo supone una motivación extra para la final. Él y su generación han perdido dos finales del Eurobasket, en 2003 ante Lituania y en 2007 ante Rusia. "La experiencia de esas derrotas cuenta, aunque no queremos pensar en ello. Tal vez el exceso de euforia después de las semifinales nos perjudicó entonces. Esta vez tenemos que esperar un partido muy duro y en el que será imprescindible que salgamos concentrados al 100%".