"Ser un 'sex symbol' no lo decides tú", afirma Sergi López
El actor vuelve al Teatre Nacional con 'Non solum'
Muy pertinentemente, Sergi López está a punto de comer sashimi. El protagonista de Mapa de los sonidos de Tokio deja el bocado para contestar a la entrevista. "Al fin y al cabo no se me va a enfriar", apunta con buen humor.
¿Es consciente el actor de la expectación que despierta y de las ganas que tanta gente tiene de verlo actuar en directo en su vuelta, desde mañana, al Teatre Nacional de Catalunya (TNC) con el monólogo Non solum? "Todo lo que me ocurre es una pasada, lo pienso desde hace años. Este es un regalo más que me hace la vida". En el interés por verlo tiene, sin duda, un papel el aura erótica que lo rodea. ¿Se considera un sex symbol? "Eso es algo que no decides tú, es algo que la gente piensa y decide por ti. Me hace reír un poco. Pero es cierto. Es algo que constato desde hace tiempo en Francia y ahora aquí. Señoras y chicas, y chicos y señores me dicen cosas brutales en París. En fin, mejor eso que te consideren idiota". Sergi López reflexiona: "Es curioso ese fenómeno de lo mucho que proyectamos todos en actores y actrices, sabemos que lo que hacen es esencialmente mentira, actuación, pero aun así queremos identificar a las personas con sus papeles. La gente me ha visto hacer muchas escenas de amor, y de cama, de sexo. Es verdad que en mi carrera ha habido bastantes papeles de fuerte carga erótica, un papel ha llevado al otro. Eso parece haberse metido en la cabeza de los espectadores".
Vuelve a Barcelona el actor en un momento muy caliente para él (y valga la expresión) con la película de Coixet en las pantallas. ¿Qué siente al verse en las pujantes escenas de sexo del filme? "Me siento extraño. No estoy orgulloso de mi cuerpo. Soy tímido. No me gusta mostrarme en la vida privada así, pero artísticamente es otra cosa. Hago muchas cosas actuando que no haría en mi vida. Me cuesta verme a mí mismo; cuesta creértelo".
De Non solum (hasta el 18 de octubre en el TNC) dice que el encanto está en la escritura. "Lo que a la gente le engancha, más allá de que lo haga ese chico que hace cine y tiene cierta tirada, es el texto. No se trata del Club de la Comedia, sino de algo nada convencional, un trayecto que deja a la gente con la boca abierta, asombrada de ver adónde va. Es muy cansado, sí, pero el esfuerzo físico es lo de menos, lo más fácil".
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